Turquía es el país de cruce de caminos, siempre a caballo entre Europa y Asia, siempre protagonista de los sempiternos conflictos entre civilizaciones.
Decenas de culturas han pasado por sus tierras y dejaron una profunda huella que aún hoy podrás comprobar en sus monumentos, sus museos, sus calles y sus yacimientos. Estambul es el mejor ejemplo del crisol que ver en Turquía, con una orilla en cada continente y una mezcla de modernidad y extrema tradición heredada de la antigua Constantinopla, reina de las ciudades y protagonista indiscutible de la Edad Media y la Edad Moderna.
Ya no es la capital, porque a principios de siglo Ataturk creó un país nuevo, renunciando al sultanato, al estado islámico y a todo lo que oliese al pasado imperial. La nueva república laica de Turquía tiene su capital en el centro de la península de Anatolia, en Ankara, donde los parques se mezclan con edificios gubernamentales y un casco histórico presidido por la ciudadela. La naturaleza que ver en Turquía te regalará paisajes que no verás en ningún sitio del mundo, como las chimeneas de hadas de Capadocia o las piscinas de blanco algodón de Pamukkale. Y la historia te ha dejado regalos con Éfeso, Pérgamo o Troya, que te permitirán transportarte a otras épocas.
Los europeos que tengan previsto viajar al país, deben hacerlo con el DNI y el pasaporte en regla. Comprueba la caducidad de sus documentos, ya que es necesario que tengan una vigencia de al menos seis meses desde la entrada al país. Te recordamos que Turquía pide adicionalmente el pago de un visado-etiqueta que podrás abonar en las embajadas y consulados que Turquía tiene en tu país de origen, a través de la página web habilitada para ello o en la propia aduana turca.