Antes de dar buena cuenta de la cocina mauriciana, hay que conocer su gusto por los curries de influencia india. El sabor y el aroma está garantizado, y las especias se llevan buena parte del protagonismo de los platos. Por lo que es habitual encontrar un toque picante y exótico en los preparados de materia prima básica como pescados, mariscos, pollo y, arroz.
Antes de empezar, nada mejor que abrir boca con los entrantes más conocidos de la isla. Los gâteau-piment puedes degustarlos en cualquier calle de Mauricio. Se trata de una croqueta de pimientos y lentejas con comino y cilantro. También es muy habitual encontrar como apetitivo las deliciosas samosas, de fina pasta de hojaldre rellena de carne y verduras.
¿Qué beber? Para calmar la sed y el calor cuenta con un buen puñado de bebidas locales además de los consabidos cócteles internacionales que maridan a la perfección con cualquier velada. Para los que quieren probar un refresco nacional, nada mejor que optar por una bebida llamada Lassi, elaborada yogur y agua, o Alouda, una infusión con leche, agar y semillas.
Para los más foodies que disfrutan de cada mordisco, Mauricio abre una ventana gastronómica con influencias de varios continentes, sin salir de la isla. Las elaboraciones parten de productos propios con sabrosas combinaciones de ingredientes.