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El encanto de la naturaleza

Un destino único y sorprendente

No todo en la India iban a ser templos sagrados, ciudades abarrotadas y monumentos históricos… En este maravilloso país también hay sitio para la naturaleza, para la belleza del paisaje, para las playas de ensueño y para los parques nacionales. Descubre todo lo que tiene la naturaleza india para ofrecerte.

Con una superficie de más de tres millones y medio de kilómetros cuadrados, con una línea de costa que supera los 7.500 kilómetros, y con una variedad climática que abarca desde las cumbres nevadas del Himalaya hasta las regiones tropicales del sur, la India es un país que cuenta con algunos de los espacios naturales más bellos y asombrosos de todo el continente asiático. Desde las espectaculares playas de Goa, al suroeste de la nación, hasta la cima de la Montaña Kanchenjunga, a 8.586 metros sobre el nivel del mar, la India es, además de un país lleno de atractivos culturales y de reclamos históricos y sociales, un paraíso para los amantes de la naturaleza y de la vida silvestre. Las actividades al aire libre son, cada día más, un atractivo indispensable para los viajeros del Siglo XXI. Los museos, monumentos y edificios emblemáticos ya no son suficientes a la hora de emprender una gran aventura en los confines del mundo. Por ello, la India pone a nuestra disposición una increíble colección de espacios naturales, como las playas de la paradisíaca región de Goa, en las que además de disfrutar del agua y del sol se pueden realizar todo tipo de deportes acuáticos; o los parques nacionales llenos de pintorescos caminos por los que hacer senderismo, como el de la Colina Matanga o los que hay en las inmediaciones de la ciudad de Jammu. Los aficionados a la espeleología también podrán ver cómo sus sueños se hacen realidad en cuevas como las de Kanheri, Ellora o Ajanta, y quienes prefieran, sencillamente, dar un paseo lejos del mundanal ruido y del bullicio de las ciudades indias, tendrán la oportunidad de hacerlo en lugares tan bonitos como el Lago Pangong Tso o los jardines de Nishat y Lodhi.

Disfrutando de la naturaleza india

Playas de ensueño

No hace falta viajar al Caribe para disfrutar de playas espectaculares y llenas de ambiente; en la India hay un buen puñado de ellas a nuestra disposición. Por ejemplo, las del estado de Goa, lo más parecido al paraíso que se puede encontrar en el subcontinente indio: Agonda Beach, Gokarna, Palolem y Baga Beach son algunas de ellas. Fuera de Goa, destacan las de las Islas Andamán y Nicobar, en pleno Golfo de Bengala, como Radhanagar Beach, o las del estado de Kerala, como Mararikulam o Varkala Beach.

Cuevas y grutas misteriosas

En diversos puntos del país, la caprichosa naturaleza ha creado, con el paso de los siglos y por el efecto de la erosión del agua, varios sistemas de cuevas que hacen las delicias de los viajeros más intrépidos. Otras, por el contrario, han sido excavadas por el hombre con el objetivo de construir santuarios subterráneos en los que rendir culto a sus dioses. Entre estas últimas destacan las Cuevas de Kanheri y las Grutas de Elefanta, en las inmediaciones de Mumbai, y las de Ajanta y las de Ellora, ambas en el estado de federado de Maharashtra.

Jardines de postal

Otro de los elementos clave de la naturaleza india son los pintorescos jardines que se encuentran repartidos por todo el territorio. Aunque son obra del hombre, y no manifestaciones de la madre naturaleza como tal, constituyen una colección de lugares preciosos por los que pasear y relajarse. En Nueva Delhi están los Jardines de la Tumba de Humayun y los de Lodhi, exquisitamente cuidados y sumamente bonitos. En Agra merece la pena dedicar algo de tiempo a caminar por los jardines del Taj Mahal, mientras que al norte del país, en Assam, podemos admirar la belleza de los célebres Jardines del Té. En Cachemira, junto a la ciudad de Srinagar y el Lago Dal, se encuentran los preciosos Jardines de Nishat, así como el mayor jardín de tulipanes de Asia, dentro del Parque Indira Gandhi Memorial.

Los preciosos lagos indios

Para completar la imagen de postal que nos regala la naturaleza india, nada mejor que una colección de bucólicos lagos de aguas cristalinas y orillas llenas de vida. Por ejemplo, el Lago Pichola, al lado de Udaipur, o el de Amritsar, en el que se encuentra el impresionante Templo Dorado. También resultan tremendamente bonitos y pintorescos los lagos de Kankaria, en Ahmedabad, el de Gopi Talav, en Surat, o el de Hussain Sagar, en la ciudad de Hyderabad. No podemos dejar a un lado, desde luego, los lagos glaciales de Gurudongmar, a 5.430 metros sobre el nivel del mar, en plena cordillera del Himalaya, o el de Pangong Tso, de una belleza sobrecogedora.