Portugal nos brinda todo eso y mucho más, solo basta con pasar unas cuantas horas en el país vecino. Nos regala el aroma de sus excelentes vinos, nos deja embriagarnos con sus preciosos y melancólicos fados, nos muestra orgulloso sus playas y acantilados, nos invita a recorrer sus ciudades, sus pueblos y sus increíbles espacios naturales… ¡Muchas son las maravillas que ver en Portugal!

¿Qué características debe reunir un destino para que podamos decir de él que “lo tiene todo”? Por un lado, una buena oferta cultural, basada en sus museos y su patrimonio histórico y artístico. Por otro, una buena gastronomía y vida nocturna, que nos permita disfrutar a lo grande del país incluso cuando no estamos visitando monumentos o recorriendo lugares destacados. También es importante que cuente con unas playas bonitas, animadas y bien cuidadas, porque al fin y al cabo un buen baño siempre enriquece cualquier viaje. ¡Y no olvidemos la naturaleza! Hay muchas joyas naturales que ver en Portugal. Pasear por los senderos de un bosque, internarse en lo profundo de una cueva, contemplar la cumbre de una montaña o asomarse al intenso color azul de un lago son actividades susceptibles de convertirse en recuerdos inolvidables. Resulta curioso cómo, al leer detenidamente esa lista de características, nos vamos dando cuenta, poco a poco, de que Portugal, nuestro país vecino, las cumple todas. Una por una, las podemos ir tachando para descubrir, al final, que la nación lusa es precisamente el destino perfecto que andábamos buscando. La naturaleza, el inmejorables ambiente urbano, la animada visa nocturna, algunos de los mejores vinos de Europa, un increíble patrimonio histórico y cultural, una gastronomía que nada tiene que envidiar a la española, unas playas que nos permiten a lo grande disfrutar de las aguas del Atlántico… ¡Y muchas maravillas más que ver en Portugal!