Ciudades medievales, pintorescos campos de cultivo, pequeñas y encantadoras aldeas rurales y algunos de los paisajes más bonitos que se pueden admirar en toda Rusia. Así es el Anillo de Oro, una zona que merece la pena explorar con calma y sin prisas.
La región del Anillo de Oro, situada al noreste de Moscú, entre los ríos Volga y Kliazma, es una región de tierra negra especialmente fértil llamada opolié (campos), que fue muy importante para el desarrollo económico de Rusia. Debido a la riqueza de la tierra, junto a su posición estratégica en las rutas fluviales, la zona estuvo habitada desde la Edad Media. El Anillo de Oro incluye, tradicionalmente, ocho ciudades principales: Sérguiev Posad, Pereslavl-Zaleski, Rostov, Yaroslavl, Kostroma, Ivanovo, Suzdal y Vladimir. De hecho, algunas de estas poblaciones experimentaron un gran crecimiento, manifestado, entre otras cosas, por sus muchos monumentos de los siglos XII al XVII. Convertidas en auténticos museos al aire libre, estas ciudades medievales son el recuerdo vivo de los acontecimientos más importantes de la historia rusa. Catedrales e iglesias, conventos, monasterios y museos de bellas artes impresionan por su esplendor y dan fe de la riqueza del patrimonio ruso. Pero el Anillo de Oro es, también, un itinerario que transcurre a lo largo de una serie de ciudades de interés turístico, situadas al noreste de Moscú, un conjunto de villas medievales que recogen mil años de historia rusa. Una ruta que se creó durante la era soviética para aumentar el número de turistas extranjeros que viajaban al país. Actualmente, se mantiene como uno de los itinerarios más populares entre los visitantes. Haciendo la ruta del Anillo de Oro se puede descubrir el enorme contraste entre Moscú y la Rusia más rural de iglesias, kremlins y monasterios, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si hablamos de los paisajes rusos, no podemos olvidarnos del increíble Lago Baikal y de los panoramas que nos ofrece. Los espacios naturales de Rusia abarcan desde la taiga a los prados alpinos y en este inmenso país se pueden encontrar pequeños lagos, pero también el impresionante Baikal, que es el mayor, el más profundo y el más antiguo de los lagos de agua dulce de la Tierra. Tiene cerca de 25 millones de años y constituye una de las mayores reservas de agua dulce del mundo. La isla de Oljón es la más grande del lago Baikal y la única que está habitada. En ella encontraremos sol, viento, comida deliciosa y contundente, y sitios sagrados, además de paisajes de una increíble belleza y silencio.