San Miguel de Tucumán seduce enseguida al viajero, que podrá disfrutar de preciosos monumentos y una intensa vida cultural y nocturna.
El indudable centro neurálgico de Tucumán es la plaza Independencia. Es el mejor lugar para comenzar tu recorrido por la ciudad y el mejor lugar para finalizarlo, disfrutando de la acogedora sombra de sus árboles o comprando algo en su mercado de artesanía. Alrededor de la plaza se encuentran varios lugares de interés de Tucumán, como la Casa de Gobierno, el Jockey Club, la Dirección de Turismo o el Museo Casa de los Padilla, donde podrás disfrutar de una bonita colección de porcelanas, tapices y muebles. Uno de los grandes reclamos turísticos de Tucumán es la casa de la Independencia, un edificio típico de finales del siglo XVIII donde se declaró la independencia de Argentina el 9 de julio de 1816. Este museo tiene un valioso contenido histórico y es perfecto para entender el orgullo de los tucumanos por su contribución a la independencia de su país. Además, si tu visita a la ciudad coincide con las celebraciones en torno al 9 de julio podrás vivir un ambiente único. Tucumán también es un lugar de amplia tradición religiosa, como demuestra su espléndida catedral, levantada con aires orientales a principios del siglo XIX –de hecho, es uno de los tres templos más antiguos del país-. No te pierdas tampoco la iglesia de la Merced, que contiene varios recuerdos de las batallas por la independencia, o la iglesia de San Francisco. El pulmón verde de Tucumán está cerca de Independencia y son las 100 hectáreas de terreno que conforman el parque 9 de julio o Centenario. Allí, además de árboles y un lago artificial, podrás contemplar la casa del obispo Colombres. Si aún te queda tiempo, visita algún otro museo de la ciudad, como el Histórico Provincial, el Arqueológico o el de Ciencias Naturales.