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Monumentos llenos de historia

Sigue la huella de varias civilizaciones

Comienza en la antigua Roma, sentándote en la tribuna del anfiteatro romano de Plovdiv. Si la programación lo permite, podrás disfrutar junto a otros 5.000 espectadores de alguna obra de las que todavía acoge. Y si no, simplemente disfruta de esta impresionante obra construida en mármol en el siglo II d. C. entre las colinas de Dzhambaz y Taksim Tepe. ¡Es uno de los mejores conservados del mundo!

Continúa tu ruta en la Edad Media con el monasterio medieval mejor conservado de Bulgaria, el espléndido monasterio de Rozhen, cerca de la ciudad de Melnik. Encaramado a una de las colinas de la zona, ofrece unas excelentes vistas y un ambiente calmado en un paraje precioso. Disfruta de su austeridad paseando por el claustro, el refectorio o la iglesia principal. Da un salto en el tiempo hasta el Renacimiento búlgaro, en el siglo XVIII, cuando se levantaron varios edificios de bella arquitectura mezclando motivos occidentales y orientales. Uno de los mejores ejemplos (y el más grande) es la Casa Kordopulova, en la ciudad más pequeña de Bulgaria, Melnik. La familia Kordopulov, que se dedicaba exitosamente a la producción de vino, la construyó en 1754 entre otras cosas con unas bodegas cavadas en las rocas que aseguraban la perfecta conservación de sus caldos. Y para terminar la ruta por monumentos históricos de Bulgaria, no podía faltar una referencia al largo periodo comunista que vivió el país en el siglo XX. Para ello, una buena opción es visitar el impresionante monumento Buzludzha, situado en la cima de la montaña con el mismo nombre. Es un megalómano edificio con forma de OVNI construido para albergar congresos que lleva años abandonado.

No puedes perderte

La exquisita restauración del teatro

Aunque parezca mentira, el teatro romano de Plovdiv era un desconocido hasta los años 70. Fue entonces cuando se descubrió y se inició un minucioso trabajo de restauración y reconstrucción que ha permitido sacar a la luz esta parte de la acrópolis de la antigua ciudad romana.

Un diminuto pueblo que merece una parada

Cuando visites el monasterio de Rozhen, reserva unos minutos para darte un agradable paseo por el pueblo que le da el nombre. Es diminuto, así que no tardarás mucho, pero sus bellas casas tienen mucho encanto y, además, es el mejor sitio para comprar algún recuerdo de la zona, porque en el monasterio no hay tienda.

Un sorbo de vino de Melnik

No puedes marcharte de Melnik sin probar su famoso vino. Es famoso en toda Bulgaria y se elabora con las uvas de color violeta que da una variedad de vid autóctona de la zona. Aunque la producción de vino vivió mejores épocas –hubo hasta 19 bodegas o izbe en la localidad-, hoy día podrás probar sus excelentes caldos en cuatro de ellas que aún permanecen abiertas.

Lo mejor está en el valle

Ese enorme edificio vigila desde lo alto el valle de los Reyes Tracios, uno de los monumentos fundamentales en tu visita a Bulgaria. Allí fueron enterrados numerosos reyes y nobles tracios en monumentos funerarios muy trabajados. Entre todas las tumbas destacan la Mogila Shoushmanets, la Mogila Helvetia y la Mogila Ostrousha.