Esta encantadora localidad comparte el título de ser la ciudad más antigua, junto a Tournai y Tongeren. Se encuentra cerca de la frontera entre Bélgica y Luxemburgo y forma parte de la región de Valonia.
Pasear por su centro histórico permitirá a los viajeros sumergirse de lleno en la historia de esta pintoresca urbe compuesta por un entramado de callejuelas adoquinadas, numerosos restaurantes que invitan a entrar y a degustar los platos típicos de la zona, así como encantadores comercios locales y un interesante legado romano.
Los viajeros podrán disfrutar de estampas tan preciosas como las que regala la imponente iglesia de San Martín, levantada por Leopoldo II entre los años 1907 y 1914. Lo que más impacta de esta edificación es su torre de casi 100 metros de alto. Arlon cuenta además con un interesante museo arqueológico en el que descansan muestras de esculturas romanas y monumentos funerarios merovingios, entre otros. Perderse por el Museo Gaspar permite ver de cerca las piezas antiguas e historias del arte religioso, de las pinturas y de la cerámica. No obstante, una de las paradas obligatorias en esta ciudad es en el Museo de la Tour Romaine, donde se pueden contemplar los restos de la muralla galo-romana, construida en el siglo III. ¿Quien se apunta a esta fascinante visita por uno de los rincones más antiguos de Bélgica?
