Después de Sarajevo, Mostar es la segunda ciudad en importancia de Bosnia Herzegovina, con todo tipo de atractivos para atraer la atención del viajero, comenzando por el icónico puente sobre el río Neretva. La ciudad ofrece todo tipo de recorridos en un ambiente de relax y tranquilidad, con la opción de desplazarse a enclaves cercanos como la célebre Medjugorje.
Tierra de paso, y estancia, de todo tipo de religiones, con especial presencia de la musulmana, Mostar ofrece una amplia variedad de monumentos y edificios propios de ellas: mezquitas, iglesias, sinagogas, etc. Y siempre, su centro histórico, el casco antiguo, garantiza unos excelentes momentos de ocio mientras se recorren sus calles o se compra algún recuerdo en el bazar. Una buena forma de sentir, en primera persona, el encanto de vivir en este lugar en el mundo.
Además de encontrarse en un extraordinario entorno natural, Mostar se puede convertir en el punto de partida de diversas excursiones, como la que se puede emprender hacia la cercana Medjugorje (a solo 35 kilómetros), centro de peregrinación. Este lugar (‘entre la montaña’ en idioma local) fue el punto en el que seis niños dijeron haber visto a la Virgen María, lo que convirtió a Medjugorje en uno de más venerados puntos de peregrinación de Europa.