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York

Romanos, vikingos y sajones dejan huella en York

Entre sus dos grandes calles comerciales: Stonegate y The Shambles, se ubica el centro de las compras, la parte más exclusiva son unas callejuelas conocidas como The Quarter. Y si bien York es un referente gastronómico en septiembre, cuando se celebra su festival de comida y bebida, también se la conoce como la meca del chocolate. Son igualmente relevantes los cafés, tés y otros de sus dulces.

La vida nocturna de York no decepciona, como buena ciudad inglesa su oferta de bares, pubs y restaurantes es variada en el centro antiguo y también en la zona de Micklegate. Para conocer bien la ciudad hay que visitar en primer lugar la catedral de York que es la de estilo gótico más grande de Europa. Desde hace más de mil años es el símbolo de esta urbe y por dentro es tan increíble como por fuera. Es la catedral de la diócesis de York y sede de su arzobispado. El castillo de Howard es otro de los imprescindibles. Se le llama así porque perteneció durante tres siglos a la familia con su mismo nombre. Vale la pena recorrer sus jardines, pero también entrar para ver cómo eran las habitaciones y los muebles de la época. Para saber algo más del pasado de la ciudad, hay que recorrer el Jorvik Viking Centre. En este lugar se ha hecho una reconstrucción de las aldeas vikingas que vivieron en la ciudad. Cuenta con más de 800 piezas entre armas, escudos e incluso barcos. El mes de febrero cientos de ellos recorren York con motivo del Jorvik Viking Festival. Y una vez aquí, obviamente hay que recorrer las calles por las que durante el siglo XIV la peste hizo estragos. Las leyendas perviven en el centro antiguo de esta ciudad y una de sus principales calles: The Shambles, de origen medieval y envuelta de casas de madera inclinadas. Una buena opción es hacer un recorrido por el río Ouse en barco con los York Boats o visitar ciudades cercanas como Leeds y Harrogate.