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Por sus castillos

Solo 12 castillos de Japón conservan buena parte de su estructura original

La mayoría de estos espectaculares recintos se encuentran en las cimas de las colinas, ya que de esta manera era más fácil vigilar y defenderse de las fuerzas enemigas. No obstante, también hay algunos que descansan en las inmediaciones de mares, ríos o lagos, formando así una estampa espectacular y única.

Según se dice, los feudos vivían en las faldas del castillo, aunque cuando se sentían en peligro subían hasta la enorme torre.

Actualmente en Japón solo hay 12 castillos en perfecto estado. Esto se debe a que durante el periodo Edo muchos de ellos fueron destruidos, ya que solo se permitía un castillo por feudo. Su demolición continuó en la Restauración Meiji y los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, algunos fueron restaurados y a día de hoy se muestran grandiosos, majestuosos e imponentes ante todo aquél que los visita. Sin duda alguna, descubrir los castillos de Japón es una de las mejores oportunidades para profundizar en la historia de Japón, ya que no solo disfrutaremos de unas vistas inigualables gracias a la arquitectura tradicional de estas construcciones, sino también por el paisaje que las rodea.

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Ruta por el Castillo de Matsumoto

La ciudad de Matsumoto tiene el privilegio de contar con una gran joya. Se trata del Castillo de Matsumoto, ubicado en la prefectura de Nagana y considerado uno de los Tesoros Nacionales del país, ya que es una de las fortalezas que todavía a día de hoy conserva su estructura original. Este maravilloso recinto cuenta con 6 plantas que, en conjunto, se alzan hasta los 30 metros de altura. Una de las características que más llama la atención son sus muros oscuros, un claro reflejo del arte hirajiro, los cuales se reflejan en las aguas del río ubicado a sus faldas. Por su color, esta edificación también es popularmente conocida como el Castillo de los Cuervos.

Descubrir el Castillo Bitchu Matsuyama

El castillo Bitchu Matsuyama, también conocido como Takahashi por estar ubicado en esta ciudad, es el más elevado de Japón, ya que se encuentra en lo alto de una montaña que se sitúa a unos 480 metros sobre el nivel del mar. Este recinto también es uno de los más antiguos del país y solo está compuesto por dos pisos. Tras la Restauración Meiji quedó parcialmente destruido, por lo que las autoridades lo restauraron usando las técnicas originales. Actualmente presenta un estado de belleza deslumbrante y la panorámica que se tiene desde este enclave es única.

Visitar el Castillo de Inuyama

La historia de Nagoya rebosa en las paredes sus edificios más emblemáticos. Uno de ellos es el Castillo de Inuyama, considerado un gran Tesoro Nacional. Esta obra arquitectónica fue creada por Oda Nobuyasu, el tío de Oda Nobunaga (uno de los grandes señores samurái que intentó unificar la nación). Su imponente apariencia deja a más de uno boquiabierto. Cuenta con dos pisos sobre el suelo y dos subterráneos. Destaca su espectacular torre de unos 24 metros de alto y su interior cuenta con un pequeño museo en el que se pueden ver desde armaduras hasta Katanas. Sin duda alguna, una visita a este enclave es una inmersión cultural en toda regla.

El espléndido castillo de Matsue

Bienvenidos a una de las fortalezas más antiguas de Japón. El castillo de Matsue es un espectacular recinto medieval nipón y uno de los pocos que conserva su estructura de madera. Este maravilloso complejo japonés, también apodado Castillo Negro por el color de su fachada, data del año 1611. Se encuentra rodeado de un entorno único que invita a pasear, a dejarse llevar y a curiosear en su historia. Las vistas que ofrece de los alrededores, del lago Shinji y del Monte Daisen, es otro de los motivos por lo que visitar este precioso castillo.

El asombroso castillo Hikone

Tras dos décadas en construcción, el Castillo de Hikone finalmente vio la luz en el año 1622, otorgando así de notoriedad el espectacular enclave en el que se encuentra. Un frondoso bosque rodea esta fortificación de fachada blanca y tejados negros que fue la residencia de los daimyo, el señor feudal más poderoso de Japón, hasta el año 1868. En este complejo podremos sumergirnos de lleno en la historia de este territorio, ya que cuenta con un museo en el que se exhiben todo tipo de artilugios, desde kimonos y armaduras, hasta documentos antiguos, armas e instrumentos musicales.

El castillo de Kochi, protector de la ciudad

A lo largo de la historia el Castillo de Kochi ha pasado por varias fases. Fue construido en el siglo XVII, destruido y posteriormente se volvió a alzar en el siglo XVIII. Esta antigua joya arquitectónica ha sido testigo de la historia de la ciudad en la que se encuentra Kochi y visitarlo nos dará la posibilidad de sumergirnos en ella. Cabe destacar que este complejo está dotado de una belleza deslumbrante, por lo que se considera que es uno de los Tesoros Nacionales de Japón.