Los alemanes saben divertirse, saben celebrar y saben disfrutar de lo lindo en cuanto el trabajo y el tiempo les otorgan la más mínima posibilidad. Por eso viajar al país germano en Navidad, durante la Oktoberfest, los Carnavales o la Semana Santa es asegurarse un plus de diversión unida a la tradición.
Si hay un país donde lata con más fuerza el espíritu navideño ése es Alemania. Algunos de los mejores mercadillos navideños del mundo se celebran en allí. El centro de sus ciudades se llena de puestos donde encontrar todo lo necesario para adornar tu casa, para vestirte con motivos navideños o para pasar una deliciosa experiencia saboreando un vino caliente y algún dulce tradicional.
Alemania también es un excelente destino para aprovechar las vacaciones de Semana Santa. La primavera es una estación ideal para visitar el país: aún hay nieve para esquiar, los valles ya florecen y el tiempo es más benévolo. Además, se celebran tradiciones religiosas, con conciertos de la Pasión por todo el país y actos religiosos en las zonas rurales católicas.
Pero si hablamos de fiesta y de Alemania, seguro que te viene a la cabeza la Oktoberfest, su celebración más internacional, conocida y extendida por todo el mundo. Reproducciones de esta gran jarana en torno a la cerveza se multiplican en diferentes zonas del planeta, pero la auténtica y original se celebra en Múnich cada año a finales de septiembre. ¿Sabías que se beben siete millones de litros de cerveza durante los 16 días de festejo?
Otra de las grandes fiestas internacionales alemanas son sus excelentes carnavales. Entre todos ellos, el más famoso sin ninguna duda es el de Colonia. Es tan relevante que incluso se dice que es la quinta estación del año. Arranca oficialmente el día 11 del mes 11 a las 11 horas. Ahora bien, lo más intenso comienza el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, cuando los disfraces y el jolgorio se multiplican por toda la ciudad hasta llegar al culmen del Rosenmontag (Lunes de las Rosas).