La cocina de Myanmar está altamente influenciada por la gastronomía de Tailandia, de la India y de la China, un popurrí que se mezcla con las tradiciones culinarias más arraigadas del país. De lo que no hay duda, es de que los sabores fuertes, especiados e incluso un poco picantes están presentes en la mayoría de platillos.
El recetario birmano destaca por ser muy sano y es rico en pescados y verduras. De hecho, los budistas no comen carne de cerdo, por lo que no encontraremos platos hechos a base de este elemento. No obstante, lo que sí que abunda es el arroz, el llamado Nga Cheik, que llama la atención por su color morado. Para acompañar las comidas, la mejor opción es el té. Este es el producto estrella y se utiliza para todo: desayunar, almorzar, cenar o de postre. Sin embargo, los que prefieran tomar cerveza, en Myanmar también encontrarán una gran variedad. Entre las marcas más populares están la Mandalay, la Dago y la Myanmar Beer. ¿Con cuál os quedáis?