Para llegar hasta Bulgaria, la opción más cómoda si viajas desde España es el avión. Hay cuatro aeropuertos internacionales –Sofía, Varna, Burgas y Plovdiv-, así que tienes casi todo el país cubierto con aeródromos para, si así lo deseas, moverte por la región surcando los cielos. En todo caso, ten en cuenta que el principal aeropuerto búlgaro es, como es lógico, el de Sofía.
El idioma nacional del país es el búlgaro, una lengua eslava conectada con el ruso, el croata y el serbio. Los más jóvenes saben, como mínimo, alguna palabra de inglés; y los más mayores seguramente dominarán el ruso. Casi todos los carteles e indicaciones están en búlgaro, aunque los lugares turísticos van añadiendo otros idiomas, especialmente el inglés. Para viajar a Bulgaria no es necesario que te concedan un visado, un permiso de residencia ni nada semejante. Basta con que lleves tu Documento Nacional de Identidad (DNI) o el pasaporte en vigor por un mínimo de tres meses. Tampoco hace falta ponerse ninguna vacuna de forma obligatoria ni siquiera recomendada. Bulgaria tiene un clima muy variado, casi para todos los gustos. En general, hay un tiempo templado, con veranos largos –se calcula que hay unas 2.000 horas de sol en esas fechas- e inviernos suaves, con influencia del Mediterráneo, salvo en la parte oriental del país, donde el mar Negro tiene más incidencia. En invierno hay zonas donde se pueden practicar todo tipo de deportes vinculados a la nieve.