La Tierra de los Siete colores y las cataratas de Chamarel

Un paisaje mágico

El atractivo de Mauricio no solo se encuentra en su interesante fusión cultural, sus paradisíacas playas o en su sabrosa gastronomía. Mauricio sorprende al viajero más experto con sorprendentes paisajes genuinos que solo pueden disfrutarse a este lado del índico.

Rojo, marrón, violeta, verde, azulado, dorado y púrpura. Son las caprichosas tonalidades que arena de las dunas toma en la inolvidable Tierra de los Siete Colores, en la alrededores de la población de Chamarel. Prepara la cámara, porque no podrás dejar de usarla para retratar este fenómeno tan genuino.

La razón de estos juegos de colores se encuentran en la composición volcánica de la tierra. Y, aunque las condiciones meteorológicas sean adversas, estas curiosas capas se mantienen intactas para sorpresa del visitante. Estas prodigiosas dunas se encuentran muy cerca de las cataratas más elevadas de la isla, las cascadas de Chamarel. Tres espectaculares caídas de agua que delicadamente se precipitan desde cientos de metros de altura. Merece la pena viajar a la isla solo por conocer este escenario de belleza singular.

Los más curiosos seguro que se preguntan a qué se debe el curioso fenómeno de estas dunas. Los expertos explican que las distintas densidades de las cenizas volcánicas hace que, de forma espontánea, se agrupen en sus diferentes capas dando lugar a las divertidas combinaciones de colores.

El mejor momento para disfrutar de este fabuloso prodigio natural es al atardecer, cuando los colores alcanzan su máximo esplendor. Además, este entorno es el hogar de numerosas tortugas gigantes, por lo que no será extraño que te encuentres con alguna de estas especies.