En la orilla noroeste del lago Ontario, se encuentra la capital de la provincia con el mismo nombre. Toronto es la ciudad más grande de Canadá así como el centro financiero del país. Recibe cada año más de cuatro millones de turistas, y son numerosas y muy diversas las opciones de ocio y entretenimiento que ofrece.

Uno de los iconos de la ciudad, así como uno de los puntos más visitados, es la famosa CN Tower, con más de 500 metros de altura. Subir a su piso más alto es una de las atracciones obligadas de la ciudad ya que la panorámica que ofrece es indescriptible. La torre configura una imagen singular del skyline de la ciudad que, junto con los monumentales rascacielos forman una de las fotografías más populares de Toronto. El mejor lugar para disfrutar de estas vistas es desde las Toronto Islands, una formación de pequeñas islas dentro del lago Ontario que se encuentran a 10 minutos en ferri. Las islas, además de ofrecer la espectacular panorámica de toda la ciudad, son un lugar ideal para pasar un día relajado al aire libre.

Toronto se caracteriza por ser una ciudad multicultural en la que más de la mitad de sus habitantes proceden de otros lugares. Las diferentes comunidades étnicas se han ido agrupando en barrios de manera que el visitante puede pasear por Chinatown, por Little Italy o por Greektown, entre otros, y disfrutar de los comercios y sobre todo de la gastronomía típica de los países de origen de sus habitantes. Cerca de Chinatown se encuentra uno de los barrios más populares entre la población joven: Kensington Market. Se trata de una zona desenfadada y alternativa con multitud de tiendas vintage, cafés y restaurantes de moda, rodeados de coloridos murales de arte urbano. El centro neurálgico de la capital de Ontario es Yonge-Dundas Square, un cruce entre dos calles apodado “el Times Square de Toronto” por la gran cantidad de pantallas y luces de neón en sus edificios. Es una de las plazas más bulliciosas en las que el visitante siempre se sentirá atraído por alguno de los eventos que acoge. Los amantes de la naturaleza no pueden dejar Toronto sin haber hecho una excursión a las célebres cataratas del Niágara. A unas dos horas en autobús, llegamos a esta maravilla natural y a su impresionante cascada en forma de herradura. ¡Todo un espectáculo!