Se dice que este enclave es tierra de contrastes, una variedad que se aprecia en sus paisajes. Bolivia está dividida en tres regiones: la zona andina o altiplano, la sub andina y la de los llanos orientales.
Cada uno de estos lugares presenta una naturaleza diferente que abarca desde extensas selvas ricas en flora y fauna, hasta desiertos y picos nevados. Esto se debe a la altitud en la que se sitúan estas tres áreas: la andina a una altitud media de 3.000 metros sobre el nivel del mar, la sub andina a 2.500 metros y la de los llanos orientales a unos 400 metros. En esta última región es donde también se encuentra parte de la selva amazónica. Un rincón de parada obligatoria en el país y que comprende el cuarenta por ciento de su territorio natural. Su interior cuenta con una tupida vegetación y con una gran cantidad de ecosistemas, pero también alberga algunas culturas nativas. Y es que la mayoría de los paisajes bolivianos parecen desafiar los aspectos más comunes de la naturaleza. Ejemplo de ello son los extensos y fascinantes salares, las rocas modeladas con asombrosas formas o las lagunas con aguas cargadas de misticismo. Cada uno de ellos es único en sí mismo. ¿Quién quiere conocerlos?