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Sarajevo, una ciudad apasionante

Un gran día en la capital

La herencia musulmana marca muchos de los rincones de esta ciudad europea en la que destaca el conmovedor recuerdo de los desastres de la guerra. En todo caso, Sarajevo es una ciudad idónea para pasear, rodeada de naturaleza, con todo tipo de enclaves para disfrutar de una gratificante jornada de visita.

La estancia en Sarajevo siempre resulta interesante, con una acogedora población acostumbrada a la llegada de viajeros de todo el mundo, atraídos por el legado de siglos de historia con especial huella musulmana. Con la zona de Bascarsija como núcleo histórico y cultural, la ciudad ofrece un despliegue de mezquitas, iglesias, museos y fortificaciones que salen al encuentro del paseante, en un cruce de culturas y religiones que han hecho que sea conocida como “La Jerusalén de Europa” por albergar mezquitas, sinagoga e iglesias católica y ortodoxa en un mismo barrio.

La zona histórica de Stari Grad (casco antiguo), con su bullicioso bazar como uno de los principales reclamos, supone un excelente comienzo de ruta por una ciudad que se ha convertido en un excelente destino de viaje, repleto de restaurantes y bares en los que tomar un refrigerio entre visita y visita, experiencia y experiencia.

Una joya accesible

El centro del centro

Bascarsija es el centro cultural e histórico de la ciudad, en la zona en la que se asentaba el viejo bazar, propio de una tierra marcada por la influencia musulmana (por ello, cuenta con enclaves como las mezquitas del Emperador y de Gazi Husrev-Beg, además de los populares los baños turcos de Isa-Bey). Cerca se encuentra el denominado Sarajevo City Hall (Vijećnica)​, un edificio en cuya construcción se puede advertir influencia del arte morisco español.

Ecos de la historia

El Túnel de Sarajevo es una emocionante experiencia que no hay que dejar pasar en la visita a este lugar en el mundo, afectado por la Guerra de los Balcanes por un tremendo asedio. Y el túnel (metro y medio de alto por uno de ancho) era una vía de escape, de comunicación, de aprovisionamiento… Todo un símbolo. En cuanto a The Yellow Fortress, situada en la parte alta, evoca otros tiempos de resistencia, construida entre 1727 y 1739 para proteger a la ciudad de los asedios y saqueos.

Ciudad de museos y mucho más

Sarajevo también destaca por sus museos-memoriales, como el de Galerija, que rememora el desastre que supuso la matanza en la ciudad de Srebrenica durante la Guerra de los Balcanes, con fotografías, documentales, etc.; o el Museo Judío de Bosnia Herzegovina.

Actividades para todos los gustos

Sarajevo tiene, aparte de museos, mucho más que ver, como el paraje natural del Bosque Vrelo, un precioso lugar en el que nace el río Bosna; el Puente Latino, y las dos catedrales de la ciudad. Sí, efectivamente, Sarajevo cuenta con dos catedrales: la Catedral del Corazón de Jesús, la más grande de Bosnia Herzegovina, y la Catedral de la Natividad de la Madre de Dios, de culto ortodoxo.