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Multitud de opciones

Postales para el recuerdo

Desde la tradición ancestral del antiguo Reino de Siam hasta la más variopinta oferta de entretenimiento nocturno, Tailandia es un país de contrastes y sorpresas en las que el visitante puede pasar de la calma más absoluta de sus templos y playas hasta el bullicio casi sórdido de sus calles más ajetreadas.

A la hora de planificar una visita al país tailandés se abrirán ante nuestros ojos un sinfín de posibilidades de lo más diversas entre las que escoger la forma de pasar nuestros días. De entre esta infinidad de opciones, existen algunas que no nos podemos perder por su historia o su particular encanto. Desde las principales atracciones de Bangkok hasta puntos neurálgicos de diversión, Tailandia ofrece todo un mundo por descubrir.

Mercados, arquitectura y luces de neón

De mercado y calle de mochileros

Tailandia cuenta con uno de los mayores mercados del mundo. El de Chatuchak, en Bangkok, es el mayor del país y está compuesto por más de 15.000 puestos. Solo abre los fines de semana y los días festivos y su visita merece la pena porque en él encontraremos cualquier tipo de artículo. Está dividido en 27 zonas según géneros: ropa, animales, antigüedades, alimentos, etc. Cada día lo visitan unas 200.000 personas en las que se incluyen muchos turistas. Para acabar la jornada, una buena opción es pasear por la calle Khao San Road, el epicentro de los mochileros. En esta bulliciosa vía se amontonan una gran cantidad de albergues y pensiones por lo que el ambiente es completamente internacional. Cualquiera de sus bares o discotecas es un buen lugar para conocer a otros viajeros.

Joyas arquitectónicas en Bangkok

Una de las visitas obligadas en Bangkok es la del Gran Palacio Real. Se trata de un recinto de más de 200.000 metros cuadrados, construido por Rama I como residencia oficial de los reyes de Tailandia entre el siglo XVIII y el XX. Hoy, es un espacio visitable, aunque sigue utilizándose para algunos actos de la realeza. Dentro del recinto del palacio encontramos el Templo del Buda de Esmeralda, uno de los edificios más visitados. Paseando por el Gran Palacio, observaremos edificios que mezclan diferentes estilos arquitectónicos como el del Salón del Trono. Una vez acabada la visita, se puede continuar la ruta arquitectónica visitando la casa de Jim Thompson. Se trata de un conjunto formado por seis viviendas construidas en el estilo tradicional tailandés. Este personaje fue un combatiente americano en la segunda Guerra Mundial y quedó enamorado de Tailandia.

La cara más animada de Phuket

La isla de Phuket, al sur de Tailandia, es uno de los destinos de sol y playa más internacionales del país. En la costa oeste se encuentra la zona de Patong Beach un resort turístico delimitado por una playa de más de tres kilómetros de largo. Se trata de un gran enclave comercial y de entretenimiento en el que miles de turistas se dan cita para disfrutar de su animada y diversa oferta de ocio. Al caer la noche, las luces de neón indican el camino hacia Bangla Road, una calle en la que la diversión y el desenfreno son los protagonistas. En esta zona nos toparemos con todo tipo de bares, discotecas y clubes; así como shows para adultos.

Un día con animales sagrados

El elefante es un símbolo nacional en Tailandia. Antiguamente se utilizaban en la industria maderera hasta que se prohibió la tala forestal y la mayoría de estos animales sagrados terminaron explotados en circos o espectáculos para pasar a formar parte de la industria turística. Los cuidadores de elefantes o mahouts se integraron en el sistema para hacerse cargo de ellos. Son muchas las iniciativas que hoy en día apuestan por un modelo de negocio basado en el respeto hacia los elefantes, como por ejemplo la que ofrece Elephant Valley Thailand en la provincia de Chiang Rai, al norte del país y en el que estos mamíferos viven en semi libertad.