Patatas, salchichas, cerveza, codillo, pan… Éstos son los elementos que, probablemente, te vengan a la cabeza cuando pienses en la cocina alemana más tradicional. Y no te faltará razón, pero durante tu viaje vas a descubrir que la gastronomía germana tiene una enorme variedad y que cada región ofrece una larga nómina de platos, sabores y productos.
Los platos tradicionales alemanes se basan mayoritariamente en la carne, especialmente el cerdo y las aves de corral, además de la patata –hay mil versiones de su ensalada- y los guisos. Pero cada región introduce importantes matices en su gastronomía. Por ejemplo, en el norte es habitual encontrar platos con pescado fresco como el fletán o el bacalao, y en Berlín es típica la perca. En Alsacia y Lorena hay una gran influencia francesa, mientras que en el este se notan las conexiones con los países limítrofes en platos como el goulash o las albóndigas.
Para regar tan suculentos platos, nada mejor que una buena cerveza. Sin duda es la bebida más popular de Alemania y cada región sigue su propia tradición para elaborarla, así que si quieres probarlas todas tienes mucho trabajo por delante… Si tienes elegir una zona, escoge Baviera, donde están algunas de las más famosas, como Paulaner o Löwenbräu, además de la más antigua del mundo, Weihenstephan.
Para probar las mejores cervezas alemanas, puedes entrar en alguna de sus excelentes cervecerías, repartidas a lo largo y ancho del país. Por ejemplo, Bamberg es un pueblo con mucho encanto donde encontrarás varias para probar la Rauchbier, con toques ahumados. En Múnich, hay varias paradas obligatorias, como la Hofbräuhaus o si vas en verano, el Hirschgarten, una impresionante cervecería al aire libre con capacidad para 8.000 personas.
Y si eres más de copa de vino, no te preocupes porque Alemania siente una auténtica pasión por esta bebida. Además de importar vino de todo el mundo, el país germano produce excelentes caldos. Los más famosos son los blancos, especialmente los de la uva Riesling. También hay vinos de otros tipos: tintos como el Assmannshausen Spätburgunder –tinto elaborado como Pinot Noir; Sekt –espumosos- o dulces.