Arranca tu recorrido bajo tierra, porque ahí encontrarás el mejor ejemplo de la tenacidad superviviente del pueblo vietnamita. Acércate hasta la pequeña ciudad de Cu Chi, famosa por albergar una red de túneles construida durante 25 a partir de 1940. Fue una respuesta ingeniosa de un ejército lleno de campesinos sin formación a una invasión con la mayor y más desarrollada tecnología militar del momento, primero los franceses y después, los estadounidenses. Y funcionó, porque pese a ser una de las zonas más atacadas de la historia de la guerra, permitió al Vietcong comunicar sus territorios, coordinar sus acciones y atacar en cualquier punto al que llegasen sus túneles. Actualmente, es un lugar muy frecuentado por escolares.
Y seguidamente, sal a la superficie en Hanói y empápate del ambiente más puramente asiático que puedas encontrar. Callejuelas estrechas llenas de vida y jaleo, motocicletas y caminantes, aromas complejos e intensos, algarabía y charlas comerciales, tiendas y puestos donde comprar casi cualquier cosa... ¡Bienvenido al Barrio Antiguo! Se desarrolló a lo largo del siglo XIII, cuando los artesanos se fueron asentando en la orilla del río Rojo para satisfacer las necesidades de la familia imperial. Con el tiempo, se fueron organizando de modo que cada calle estaba especializada en alguna actividad gremial. Y así han llegado a hoy día, simplemente adaptadas a las nuevas necesidades. Por eso encontrarás decenas de tiendas de todo tipo, restaurantes, bares y varios estupendos ejemplos de las tradicionales casas alargadas. La ruta sigue, cómo no, por el agua. Pero en este caso, no eres tú quien se mojará, sino unas curiosas marionetas que dan vida a una tradición milenaria, las roi nouc. Es, sin duda, una de las expresiones más auténticas de la cultura vietnamita y para contemplarla, nada mejor que el Teatro Municipal de Marionetas de Agua de Thang Long, en Hanói. No esperes encontrar solamente a las marionetas moviéndose por el agua, también hay música tradicional y efectos especiales como humo, petardos y dragones que escupen fuego. Al final de la representación, la cortina de bambú que hay al fondo se levanta para que el público pueda aplaudir a los titiriteros que trabajan con medio cuerpo sumergido. ¡El plan perfecto si viajas con niños! Y para acabar tu visita a los monumentos más curiosos de Vietnam, acércate a la Ciudad Ho Chi Minh y fíjate en su oficina de correos. ¿A que es un edificio espectacular? Es, sin duda, uno de los edificios coloniales franceses más hermosos de la localidad. Diseñado por el famoso arquitecto Eiffel, ofrece un oscuro y fresco interior perfecto para refugiarse del intenso calor en alguno de sus cómodos bancos para sentarse. Antes de entrar, eso sí, no pierdas detalle de su exterior. Seguro que te llama la atención su enorme reloj, pero también debes fijarte en los rostros y nombres grabados en la fachada: son los personajes e inventores más destacados del momento en que se construyó el edificio, como Franklin, Volta, Foucalt o Faraday.