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Mons

Una ruta por la Silicon Valley de Europa

Esta localidad tiene una apariencia antigua que le da un encanto tradicional, aunque esa característica se fusiona con un carácter moderno y juvenil que la convierten una de las ciudades más vibrantes de Bélgica.

Y es que Mons es el lugar predilecto de los universitarios que quieren enfocar su carrera en la tecnología, ya que se considera que esta ciudad es la Silicon Valley de Europa. El corazón de esta metrópoli se encuentra en la Grand Place, una enorme plaza llena de vida gracias a las numerosas terrazas de los bares y restaurantes locales que invitan a todo viandante a pararse a descansar y a observar el vaivén de los otros transeúntes. En este punto, destacan edificios que datan del siglo XV. Su ayuntamiento es uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad y merece la pena pararse a observarlo. En su fachada se encuentra el símbolo de Mons, una mona conocida como la Singe du Grand Garde. Para tener suerte hay que acariciarle la cabeza con la mano izquierda ¿A qué esperáis?

Su casco antiguo es espectacular. Vagar por sus calles sin rumbo fijo es una experiencia muy enriquecedora. En ellas hay portales que, al cruzarlos, sorprenden con una preciosa estampa de jardines ocultos. El toque español se contempla en algunas de las construcciones salpicadas por el camino, como por ejemplo en las Casas Españolas, construidas durante el reinado de Carlos I. La parte más tradicional de Mons también se fusiona con modernas tiendas ideales para ir de compras y restaurantes dotados de un gran encanto. Este enclave puede presumir de tener algunos tesoros incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Uno de ellos es su campanario, llamado “El Catiau”, de unos 87 metros de altura y de estilo barroco. Es el símbolo de identidad de este territorio y sus enormes muros se muestran imponentes ante los curiosos visitantes. Edificios de este calibre combinan perfectamente con las estrechas calles adoquinadas, lugar en el que el arte callejero se topa con la historia de monumentos tan bien conservados como éste. Una singularidad de Mons es que en los edificios construidos con piedras pertenecían a la clase más alta y los de ladrillos a la baja. Sin duda alguna, Mons ha conseguido posicionarse como una de las ciudades más avanzadas de Bélgica en cuanto a tecnología se refiere. En el año 2015 fue elegida Capital Europea de la Cultura y desde entonces ha sufrido una interesante renovación urbana. De hecho, espacios como la Sala San Jorge o el antiguo matadero se han reconvertido en grandes salas de exposiciones y de innovación artista. Mons merece ser descubierta. ¿Quién se apunta?