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Por sus ciudades

En Japón los viajeros se encontrarán con espectaculares ciudades

La parte más espiritual de Japón se encuentra en la ciudad de Koyasan, un enclave de ensueño ubicado en la montaña sagrada más mística del país. Se trata de un importante centro neurológico budista, en el que descansan unos 110 templos activos y que además es la sede de la escuela que promueve el budismo shingon. Sumergida en el entorno idílico de un frondoso bosque, esta localidad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es un auténtico remanso de paz.

Justo en la bahía de Hiroshima se encuentra la bella Itsukushima, una isla popularmente conocida como Miyajima. De hecho, este enclave se llamó así hasta el año 2005, momento en que se unió a la localidad de Hatsukaichi. Entre sus puntos más significativos está el Santuario de Itsukushima, uno de los monumentos sintoístas más bonitos y mejor preservados de Japón.

Ciudades como Kagoshima, ubicada en el extremo sur de Kyushu, dejan a más de uno boquiabierto ante su belleza. A este pintoresco enclave se lo conoce como la Nápoles de Oriente gracias a su buen clima, el espíritu calmado de sus lugareños y sus bellos paisajes. La asombrosa Nara es otro de los puntos significativos de Japón. Rodeada de templos y santuarios en los que perderse, esta ciudad fue la antigua capital del Japón medieval, la cuna del arte, de la literatura y la cultura nipona. Kumamoto es otra de las ciudades japonesas que sorprenden al visitante. Se trata de una urbe señorial que empezó a prosperar a principios del siglo XVII hasta finales del siglo XIX. Además de sus espectaculares construcciones, esta metrópoli es popular por sus jardines de ensueño y sus mágicos canales.

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Descubrir el Castillo de Himeji

El Castillo de Himeji es uno de los tesoros de la ciudad homónima. Este impactante recinto no solo es uno de los más hermosos del país, sino que su estructura es una de las más antiguas de Japón. Su ubicación es perfecta, ya que se encuentra encima de una colina rodeada de llanuras envuelto por el manto verde de la vegetación, la cual contrasta con la espectacular fachada blanca de este edificio, un claro ejemplo de la arquitectura nipona.

Experiencia budista en Koyasan

La mayoría de los habitantes de Koyasan son monjes, por lo que este enclave es ideal para disfrutar de una auténtica experiencia budista. Los viajeros que se trasladan a este enclave tienen la opción de alojarse en un Shukubo, un templo tradicional en el que tendrán la oportunidad de sumarse a la rutina de los monjes, de participar en las celebraciones tradicionales, de meditar y relajarse en los afamados onsen. Sin duda alguna es una experiencia inigualable.

Conocer el Santuario de Itsukushima

Una de las imágenes más conocidas de Japón es la del Santuario Itsukushima y su gran tori, la espectacular puerta de entrada a este complejo sintoísta construida en el mar. Este precioso recinto religioso se encuentra en la conocida isla de Miyajima, oficialmente llamada Itsukushima, y cuyo nombre significa “isla del santuario”. Esta edificación mística es una de las imágenes más típicas de Japón, además de ser un claro ejemplo de arquitectura tradicional.

Kagoshima, reino de las aguas termales

Una de las principales estampas de Kagoshima es la de Sakurajima, un volcán activo del que cada día sale humo y ceniza. A pesar de la incertidumbre que provoca el curso de este volcán, puesto que no se sabe cuándo va a entrar en erupción, este tesoro natural da la oportunidad a los viajeros y lugareños a relajarse en sus espectaculares aguas termales llamadas Onsen, las cuales ayudan a tratar todo tipo de problemas, sobre todo los relacionados con la piel.

El espectacular Templo Todaiji de Nara

El Templo Todaiji es una de las imágenes más características de la ciudad de Nara y su interior acoge una estatua gigante de bronce de Buda Vairocana, de 15 metros de alto y unas 500 toneladas. Este imponente lugar es un claro ejemplo de la arquitectura nipona y fue uno de los primeros templos budistas de la provincia. Se accede al recinto a través de la Gran Puerta del Sur, con una altura de 20 metros y custodiada por dos estatuas de reyes benévolos.

Encontrarse con el Castillo de Kumamoto

Uno de los símbolos de Kumamoto es su castillo, al que se conoce como Castillo de Kumamoto. Se considera que este espectacular recinto, construido entre los años 1601 y 1607, es uno de los más bellos de Japón. Su ubicación es perfecta, puesto que descansa encima de una colina, y su arquitectura es deslumbrante. No obstante, este bello recinto ha sido víctima de varios sucesos, por lo que ha tenido que pasar por varios procesos de restauración, como por ejemplo un incendio en el año 1877 y un terremoto en el mes de abril de 2016, el cual provocó serios daños. Actualmente su interior está cerrado al público, pero su fachada sigue manteniéndose imponente y refleja lo que un día fue, una importante fortificación que controlaba los pasos de las fuerzas enemigas.