Bosques, parques naturales, cauces del río y cascadas… este excepcional enclave europeo ofrece numerosos motivos para disfrutar de una extraordinaria naturaleza, aptos para inolvidables paseos en espectaculares entornos repletos de colores. Una oportunidad como pocas para disfrutar de unos gratificantes momentos de relajación.
Los propios alrededores de Sarajevo, con el bosque Vrelo, son un ejemplo de la perfecta conjunción entre entornos urbanos y espacios naturales, muchos de ellos protegidos para mantenerlos en perfectas condiciones. En pocos lugares de Europa coinciden tantas cascadas y con tan bella estampa, como podrás comprobar si te acercas a sentir el frescor procedente de las aguas en cualquiera de ellas. En todos los casos, estas imágenes se fijarán en tu memoria para siempre, fruto de un gran viaje por un lugar en el mundo único.
Los azares de la historia en estas tierras, sea en la II Guerra Mundial o en la Guerra de los Balcanes, han hecho que lugares de gran belleza natural, como el puente de Mostar o el cauce del río Neretva, apareciesen en las crónicas. Ahora, en tiempos de paz, deslumbran por su belleza y por propiciar en el visitante un tiempo de relajación y de ‘masaje’ para los sentidos.