Es importante destacar que las pagodas no son templos, sino que se caracterizan por ser lugares sagrados de veneración. De hecho, muchos de ellos protegen reliquias de Buda y lo más común es que sean pelos o dientes.
En un país como Myanmar debemos aprender a diferenciar entre los elementos religiosos que aparecen salpicados por todo el territorio: los templos, las pagodas y las estupas. En los primeros no solo se practica la religión, sino que también son el hogar de los monjes y lugar de enseñanza para los niños. Por su parte, las pagodas están situadas en puntos estratégicos y se puede acceder a su interior. En cuanto a las estupas, normalmente las encontraremos al lado de los templos y siempre suelen ir acompañadas de otras construcciones de la misma índole. De hecho, en algunos casos nos encontraremos con auténticos bosques de estupas. ¡Alucinante!