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El encanto del Mediterráneo

Islas tan pintorescas que no parecen reales

Las playas croatas, tanto las del continente como las que se encuentran en sus múltiples islas e islotes, constituyen uno de los principales motivos por los que cada año son más los visitantes que eligen este país como destino de sus vacaciones. ¿Quieres descubrir los secretos de la costa croata?

De todas las cifras y datos que ofrece la nación croata, hay una que resulta especialmente interesante, sugerente y atractiva: 5.800. Este es el número de kilómetros de costa que tiene el país, contando con todos los recovecos de su caprichosa geografía y con el perímetro de todas y cada una de sus islas. Es una distancia similar a la que separa Madrid de Dubái, por ejemplo.

Como era de esperar, dentro de esos 5.800 kilómetros de costa, hay espacio para todo tipo de playas y de espacios naturales realmente paradisiacos. Desde las playas más populares y visitadas, que se llenan de gente cada fin de semana, hasta pequeños pedazos de Edén, en los que la fina arena dorada se deja acariciar por las aguas de color turquesa del Adriático. Hay que reconocer que, pese a que las playas de la Croacia continental son fabulosas, algunos de los lugares más bellos ya paradisiacos del país se encuentran en las numerosas islas que “flotan” en mitad del Mar Adriático frente a la costa del país. El número total de islas e islotes con los que cuenta Croacia es de más de 1.200, y se reparten de norte a sur, desde Istria hasta Dalmacia. Se puede llegar a ellas a través de cortos recorridos en ferry, y aunque las hay de todos los tamaños y tipos, tienen una característica común: su extraordinaria belleza, sus mágicos paisajes y la sensación de calma, paz y felicidad que transmiten.

Pequeñas porciones de cielo en pleno Adriático

Isla de Brac

La isla de Brac, la tercera más grande del Adriático, tiene playas de arena dorada, aguas azules, un perfecto clima mediterráneo, preciosos viñedos y pintorescas bahías rodeadas de pinos. Es ideal para quienes buscan sol y playa, naturaleza, o lugares para practicar senderismo. Las ciudades más importantes de la isla son: Supetar con la famosa playa de guijarros blancos de Zlatni Rat, perfecta para practicar windsurf y Pučišća, con una arquitectura tradicional y una cantera de donde se extrae la famosa piedra caliza de la isla, de color blanco.

Isla de Mljet

Se cree que Mljet fue la mítica isla de Ogigia, el lugar en el que Ulises pasó siete años atrapado por los encantos de la ninfa Calipso. La isla es un paraíso natural que nos ofrece verdes prados, bosques de pinos y una rica fauna. Mljet tiene solo 37 km de longitud por 3 de anchura, apenas cuenta con mil habitantes y, desde luego, es el lugar perfecto para relajarnos y disfrutar de su Parque Natural, de la pesca y del senderismo.

Isla de Korcula

La isla de Korcula es una de las más verdes del Adriático, en la que abundan los viñedos y los olivos. Este lugar mantiene la esencia del pueblo comerciante, con su mezcla de culturas y sus murallas que nos recuerdan a Dubrovnik. Las leyendas dicen que aquí nació Marco Polo y su museo es uno de los más visitados en la isla. El monumento más importante de Korkula es la Catedral católica de San Marcos, construida por canteros locales entre los siglos XV y XVI.

Isla de Hvar

La isla de Hvar, frente a la costa dálmata, es la isla más larga del Adriático. Hvar huele a lavanda, principal producción de la isla, a romero y a pino. Está plagada de bosques vírgenes y playas de arena blanca. Es imprescindible pasear por sus calles de piedra color marfil y admirar sus monumentos: la Catedral de San Esteban, el Convento de los Franciscanos, el Teatro Antiguo, la Fortaleza Española y el Fuerte de Napoleón, un lugar privilegiado para ver la puesta de sol.