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Pamukkale

Paisajes teñidos de blanco

Pamukkale conquistará tu corazón con sus paisajes teñidos de blanco que parecen hechos de algodón. No querrás volver a casa.

Al llegar a Pamukkale, comprobarás por qué la ciudad recibe el nombre de ‘castillo de algodón’ y por qué es uno de las imágenes más icónicas de Turquía. Delante de ti aparecerán piscinas, balsas y estalactitas que parecen hechas de algodón y colocadas sobre la ladera de la montaña. Lamentablemente, ya no te podrás bañar allí como se ha hecho desde hace siglos porque la cantidad de agua es cada vez más escasa en este lugar Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Nada que ver con siglos atrás, cuando los romanos crearon en torno a estas piletas una gran ciudad balneario llamada Hierápolis, que aún hoy podrás visitar. No te pierdas el teatro, con capacidad para 15.000 personas, y la impresionante necrópolis, que con más de 150.000 tumbas se encuentra entre las más grandes de Asia Menor.