Al pensar en Nueva York a todos nos asoman recuerdos de imágenes que hemos visto en la gran pantalla, y, en la mayoría de ellas, aparecen algunos de sus edificios más característicos. La familiaridad de este hecho provoca en el viajero las ganas de pisar con sus propios pies esos lugares y poder entremezclarse entre el bullicioso ambiente de la ciudad para conocer cada tramo de la popular urbe estadounidense.
Perdernos en la jungla urbana de la Gran Manzana no será un problema, ya que en cada rincón asoman lugares únicos con historias increíbles. El pasado de la sociedad de la ciudad ha forjado a fuego el carácter único de sus actuales habitantes, que se entremezclan entre los recién llegados y siguen persiguiendo el sueño americano. Entre todos estos locales, los viajeros se desplazan hasta aquí para ser testigos de los atractivos de esta gran metrópoli. De entre todos sus rascacielos y otros edificios no podemos perdernos una detallada visita a elementos tan característicos como el Puente de Brooklyn, el edificio Flatiron, la Biblioteca Pública, la Catedral de San Patricio o la Grand Central Terminal.