El hecho de estar rodeada por nueve picos de unos 3.000 metros de altura todavía hace que este enclave sea más especial.
Los Alpes japoneses se reflejan en las tranquilas aguas del lago que junto al hermoso paisaje de los cerezos en flor regala a la vista una estampa digna de postal. Esta urbe es ideal para desconectar de la rutina y fusionarse con la naturaleza. De hecho, cuenta con extensos campos de arroz ideales en los que perderse con un agradable paseo en bicicleta y con revitalizantes baños termales.
Si bien, también cabe destacar que Matsumoto es una de las puertas del Parque Nacional Chubu Sangaku (conocido como Parque Nacional de los Alpes Japoneses), uno de los tesoros de este territorio. Esta ciudad, ubicada en la zona de Nagano, todavía a día de hoy conserva varios vestigios de su pasado que permiten al viajero profundizar en su historia. Uno de ellos es el Castillo Matsumoto, construido hace más de 400 años, aproximadamente en el año 1504. Se encuentra a las orillas del lago y conserva su estructura de madera original. Esta edificación es el símbolo de la ciudad, uno de los castillos más antiguos del país y declarado Tesoro Nacional. Sin duda alguna, Matsumoto sorprende y es un enclave digno de conocer.
