Para los viajeros que se alojan en Bayahibe o en cualquier otro punto de la isla, visitar el parque Nacional del Este se convierte en una excursión obligatoria. A él, llegan atraídos por su privilegiadas playas, entre las que destacan las de la isla de Saona, rodeadas de manglares y arrecifes de coral. Pero se encuentran con mucho más, una protegida reserva natural que es el hogar de centenares de especies y un centro arqueológico de la cultura taína.
Toda una muestra de biodiversidad, un oasis para el ecoturismo. Así es esta reserva que cuenta con una exuberante vegetación tropical, con más de 500 especies de flora de las que medio centenar solo pueden encontrarse en la isla. En sus límites, se han llegado a observar más de cien especies de aves, de las cuáles un buen puñado resulta especies endémicas.
El parque también esconde un interesante entramado de cuevas donde se cree que se celebraban ritos mágicos, funerarios y religiosos, una brillante oportunidad para recibir una clase magistral sobre la cultura taína.
Toma nota 1- El sendero ecológico y arqueológico Padre Nuestro, de unos tres kilómetros de distancia desde Bayahibe, permite descubrir la gran biodiversidad de la zona. 2- Para visitar el parque, es recomendable llevar ropa ligera pero que cubra los brazos y las piernas y aplicarse un buen repelente de insectos. 3- Contrata un tour oficial dentro del parque para poder explorar las cuevas repletas de muestras de arte rupestre. En la actualidad, se han identificado hasta veintisiete cavernas. 4- El parque es además un destacado yacimiento donde se han hallado importantes piezas arqueológicas.