La ‘pura vida’ omnipresente en Costa Rica también lo está en sus ciudades, perfectamente integradas en un imponente despliegue de naturaleza. Entornos idóneos para pasar por sus centros históricos, para degustar un café en una terraza, comprar un recuerdo de la rica artesanía ‘tica’… magníficos paréntesis entre las vibrantes experiencias de introducirse en la excepcional naturaleza de este país latinoamericano.
San José, en el centro del país, representa el espíritu de un país que enamora a todo el que lo pisa, y cuya situación geográfica permite desplazarse a cualquiera de los increíbles enclaves costarricenses. Por todo el país, diversas ciudades ofrecen parques, museos, restaurantes y bares típicos, etc. Toda una oferta de ocio para hacer más amena la estancia en este lugar en el mundo. En cualquiera de los destinos del país, caracterizado por su gran abundancia de parques nacionales, reservas naturales y playas, se puede disfrutar del tranquilo entorno, beneficiado por un clima apacible de una ciudad o un pueblo con mucho encanto. Una amplia nómina de localidades a las que se añaden las que no están mencionadas y, seguro, reservarán agradables sorpresas. En todo caso, Costa Rica está repleta de enclaves urbanos, de distintos tamaños, en los que se puede disfrutar del legado histórico, de las raíces indígenas y, siempre, de una constante hospitalidad hacia el viajero.