Después, por ejemplo, de unas inolvidables jornadas de safari por la Tanzania continental, Zanzíbar ofrece todo tipo de posibilidades para disfrutar de la naturaleza o para viajar en el tiempo por una tierra que fue escenario, por desgracia, del tráfico de esclavos y, por fortuna, de un próspero mercado de especias. Más que sol y playa.
Un gran viaje guarda en nuestro recuerdo diversas experiencias, como sucede en toda visita a la legendaria Zanzíbar. La cercanía de los parques nacionales y reservas de vida silvestre de Tanzania permiten al viajero combinar los safaris y la contemplación de animales salvajes con momentos de relax. Sus kilométricas y espectaculares costas fueron el punto de llegada de barcos persas, árabes, portugueses, etc. Y todo ha quedado grabado no solo en las costumbres del lugar sino en las diversas edificaciones o en los sitios históricos. Todo suma para una experiencia inolvidable.
No hay problema para pensar qué hacer en cada jornada en este paraíso del Índico. Por ejemplo, se puede disfrutar de unos momentos de buceo o de una visita al Jozani Forest, donde se encuentran los monos colobos rojos (exclusivos de Zanzíbar) o de una zona espectacular como lo es el Atolón Mnemba. Y de vuelta, o en otro momento, se puede evocar la aciaga época del mercado de esclavos o la sugerente actividad comercial en torno a las especias.