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Tierra de volcanes

Las cimas más atractivas de Centroamérica

Uno de los más famosos es el Pacaya, de 2552 metros de altura, que está situado a 25 kilómetros al sureste de Antigua –apenas una hora y media en coche-. Es una de las mejores opciones si se quiere visitar un volcán activo, porque las excursiones al Fuego –más cercano a la anterior capital guatemalteca- están más limitadas por su mayor actividad. En el Pacaya tampoco podrás llegar al cráter, pero sí hasta un espectacular mirador que te asegura unas fotos espectaculares. Para completar la excursión, puedes llegar caminando o, si las fuerzas flaquean, a caballo.

Los volcanes guatemaltecos están rodeados de un entorno natural absolutamente sublime que, además, cuenta con atractivos únicos en el mundo. Uno de los más especiales es la posibilidad de contemplar en directo al quetzal, una preciosa ave de coloridas plumas que, además de ser sagrada para los mayas, da nombre a la moneda del país. Para tener opciones de verlo, la mejor opción es visitar el Biotopo del Quetzal, oficialmente llamada Reserva Natural del Biotopo Mario Dary Rivera. Date un agradable paseo por los dos senderos que cruzan este bosque nuboso a gran altura donde los quetzales habitan todo el año. Y mantente ojo avizor porque, con un poco de suerte, puedes tener la foto de tu viaje… Otra de las visitas volcánicas imprescindibles en tu recorrido por Guatemala es el volcán de Ipala. Eso sí, en este caso tu recorrido estará pasado por agua, porque lo que encontrarás en lo más alto, en el enorme agujero de su cráter, es una laguna espectacular. Disfruta del precioso entorno que crea esta concentración natural de agua, con casi un kilómetro de diámetro, a más de 1500 metros de altura. Además, es una ascensión cómoda, porque parte de la ruta se puede hacer en coche. Incluso puedes pasar una noche en el camping a la orilla del lago y aprovechar para hacer senderismo por los caminos que surcan el volcán. Qué mejor manera de completar tu ruta volcánica que un agradable baño en unos baños termales naturales. Los mejores de toda Guatemala son, sin duda, las Fuentes Georginas, localizadas a ocho kilómetros de Zunil. Unas fuentes termales sulfurosas provén de agua a cuatro piscinas con diferente temperatura localizadas en un entorno relajante y lleno de vegetación. El paseo hasta llegar a ellas, de apenas 500 metros, es muy agradable, con numerosas aves y orquídeas, es decir, puramente tropical. Además, hay servicios para colmar todas las necesidades del viajero, como alquilar una toalla, tomar algo o incluso dormir en alguna casita rústica.

No puedes perderte

Un par de precauciones antes de partir

Antes de ascender por el Pacaya, asegúrate de que llevas un calzado cómodo, porque la roca volcánica puede ser muy dura. También debes llevar protector solar y, si ves que puede llover, un chubasquero. No te vendrá mal algo de abrigo si no es verano y, seguramente, una linterna para el descenso.

Mucha paciencia y un poco de buena suerte

No quedan muchos quetzales y son bastante tímidos, así que debes asumir que es posible que te marches de Guatemala sin verlos. Para aumentar las opciones, puedes planear tu visita entre marzo y junio. Y cuando recorras el Biotopo, debes saber que a primera hora de la mañana o en el atardecer, los quetzales se alimentan en los árboles aguacatillos y puede que tengas buena suerte…

Disfruta del camino

Para llegar hasta el volcán Ipala, puedes hacer un alto en el camino en Jalapa, una acogedora localidad con todo lo que necesita el viajero. Eso sí, disfruta del recorrido que la conecta con Chiquimula porque es una excelsa sucesión de frondosos desfiladeros, cascadas y riachuelos.

De baño termal en baño termal

Si te gusta la experiencia de remojarte en baños termales, el precioso paisaje volcánico en las proximidades de Xela te da numerosas opciones además de las Fuentes Georginas. Prueba en la zona de Los Baños o en las improvisadas saunas y baños de vapor de Los Vahos.