Tu recorrido por los lugares Patrimonio de la Humanidad de Bulgaria debe incluir, sin falta, el casco histórico de Nessebar. Miles de años de historia te esperan en un delicioso paseo entre casas e iglesias históricas. En apenas 850 metros de largo y 350 vas a encontrar una enorme concentración de lugares históricos, que llevaron a la Unesco a declararla Patrimonio de la Humanidad en 1983.
En apenas 850 metros de largo y 350 vas a encontrar una enorme concentración de lugares históricos, que llevaron a la Unesco a declararla Patrimonio de la Humanidad en 1983. Hay muchas iglesias en Nessebar y todas tienen mucho que contar, pero sólo una puede presumir de marcar el centro del casco antiguo de la ciudad: es la de Santa Sofía, también conocida como el Antiguo Obispado, porque en su origen –siglo V- formó parte del palacio del obispo. Es la más antigua de la ciudad y, aunque sólo se conserven parte de los muros, merece una visita detallada y, a ser posible, guiada.
Otro de los imprescindibles en tu ruta por el Patrimonio de la Humanidad búlgaro es el Monasterio de Rila, sin duda el mejor y más impresionante ejemplo de la arquitectura del resurgimiento nacional del país. Se fundó en el siglo X y floreció hasta que los otomanos lo destruyeron en el siglo XV. La iglesia ortodoxa rusa financió su restauración, lo que permitió a los monjes mantener la cultura local. Su importancia en la historia de Bulgaria es tal que, cuando se incendió en 1833, los más adinerados del país hicieron donaciones para reconstruirlo. Muy cerca de la elegante ciudad de Ruse podrás disfrutar de dos excelentes visitas. Una de ellas, tiene la vitola de la Unesco: las iglesias rupestres de Ivanovo, creadas por eremitas desde el siglo XI en las cuevas que rodean el río Russenki Lom. Una de esas cuevas de la zona que no puedes perderte es la Orlova Chuka, una maravilla geológica descubierta en 1941. Puedes visitar tres kilómetros de las varias salas que se han encontrado, entre ellas una destinada a conciertos.