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Polonia: una nación única

Un destino lleno de vida

Las costumbres, las tradiciones, los gustos y las manías de su pueblo dicen tanto de un país como su arquitectura, su patrimonio artístico y su historia. Por ello, nada mejor que conocer bien todas esas pequeñas cosas que hacen especial a una sociedad para convertir un viaje a Polonia en algo realmente inolvidable.

Hay muchos motivos para elegir Polonia como destino un viaje memorable, pero uno destaca por encima de todos los demás: este es un país divertido. Francamente divertido, muchísimo más de lo que podríamos imaginar. La aparente seriedad de los polacos se disipa inmediatamente en cuanto toman un poco de confianza, y su corazón se abre para acoger con los brazos abiertos a los visitantes. El polaco medio está, además, orgullosísimo del pasado de su país, por lo que no tiene inconveniente en mostrar su historia y hacer las veces de guía turístico cuando un viajero le pregunta cualquier cosa.

La comida polaca es sabrosa, y dista mucho de ser el soso y aburrido recetario que muchas veces pensamos que conforma cualquier cocina europea que no sea la francesa o la italiana. Buenos ingredientes, platos abundantes y el sazonamiento justo para potenciar el sabor de los alimentos sin llegar a modificar sus propiedades. ¡Merece la pena! Las fiestas y las tradiciones polacas son, junto con el deporte, otro de los pilares sobre los que se sostiene la identidad del país. Sobre todo en lo que se refiere a la Navidad, a los polacos les encanta vestirse de gala -tanto a ellos mismos como a sus ciudades-, y disfrutar a lo grande de las celebraciones, de las comidas en familia y de la alegría que se respira en esas fechas.

Rasgos de identidad del pueblo polaco

Gastronomía de Polonia

La cocina polaca es una cocina de platos contundentes (sin ser picantes). En invierno, predominan los platos a base de coles, rábanos, zanahorias, remolacha, etc. con los que se elaboran sabrosas sopas para combatir el frío. En verano, se consume pescado fresco y en otoño carne de caza y setas. Los desayunos son abundantes: pan, salchichas, huevos revueltos, café o té y en el almuerzo se suele tomar sopa, un plato de pescado o carne y postre. La cerveza y el té son las bebidas nacionales de Polonia.

La Navidad en Polonia

La Navidad es la fiesta tradicional más importante de Polonia. El 24 de diciembre, al aparecer la primera estrella y antes de cenar, se comparte una oblea bendecida. La cena suele tener doce platos, entre los que no se incluye carne ni pollo. En algunas casas, se deja una silla libre y un plato vacío por si alguien llama a la puerta. Después de cenar, se reparten los regalos y se cantan villancicos. El día termina con la Misa del Gallo. Son muy típicos los famosos mercadillos navideños, sobre todo el de Cracovia.

Salud y bienestar

En Polonia hay una gran cantidad de balnearios y spas repartidos por todo el país, sobre todo en el sur. Su perfil terapéutico está condicionado por el clima, un entorno natural bien conservado y por las propiedades curativas de sus recursos. Del Báltico a los montes Tatra, los balnearios y spas polacos ofrecen descanso, tratamientos relajantes, curativos y cosméticos, baños de perlas, piscinas de lodo, cataplasmas de fango, duchas de chorro escocés y relajantes paseos entre hermosas zonas verdes.

Shopping en Polonia

Cuando se visita un país o una ciudad, casi siempre gusta comprar algo típico del país en cuestión. Aquí van algunas sugerencias de lo que podemos adquirir en Polonia: Ámbar (sobre todo en la zona del Báltico); zubrówka (vodka con hierbas aromáticas); el vodka tradicional, que es la bebida nacional; licor de miel; los típicos pasteles de jengibre; tableros de ajedrez; antigüedades (sobre todo relacionadas con la Guerra Mundial); y productos de madera.