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Recorriendo la ciudad por tierra, agua y aire

Diferentes matices de una misma ciudad

Una vez hemos visitado todos los edificios más emblemáticos de la ciudad y conocemos casi a la perfección sus barrios más importantes, podemos completar nuestra visita urbana con unos auténticos paseos recorriendo los mejores lugares callejeros para comer o para apreciar el arte al aire libre. También podemos ver la ciudad desde el aire o desde las aguas que la envuelven. ¡En Nueva York todo es posible!

La ciudad de Nueva York ofrece diferentes posibilidades al viajero para gozar de sus múltiples facetas. Los puntos más míticos de la urbe seguramente serán el objeto de nuestras primeras visitas. Pero una vez conocidos los lugares que no queremos perdernos será cuando empecemos a vivir la ciudad a nuestro modo. Descubrir el street art en Bushwick o callejear para probar la mejor street food de la ciudad serán opciones que nos permitirán tomarnos con calma la visita a la Gran Manzana, huyendo de las aglomeraciones de los rascacielos o monumentos más importantes de la ciudad. Tomar una fotografía general de Nueva York desde el aire es posible si subimos a bordo de uno de los helicópteros dedicados a este propósito, y realizar un paseo en barco por las aguas del río Hudson nos dará la oportunidad de capturar el magnífico skyline que forman los rascacielos de Manhattan.

Sentir Nueva York de un modo diferente

Un paseo en barco

Las compañías que ofrecen diversas rutas por el río Hudson son muchas y muy variadas. Así que el viajero deberá centrarse en qué parte de los atractivos de la ciudad quiere visualizar desde el agua. Los cruceros suelen bordear Manhattan o dirigirse hacia la isla de la Libertad, donde se encuentra la mítica Estatua de la Libertad. Asimismo, pueden tomarse diferentes tipos de naves, lanchas rápidas, barcas medianas o algunos barcos donde incluso se sirven cenas para pasar una velada única a bordo mientras el viajero puede comer y ver cómo se va iluminando la Gran Manzana. ¡Sea cual sea la experiencia que elijamos seguro que no nos defraudará!

Sobrevolando la ciudad en helicóptero

La mayoría de recorridos disponibles para conocer Nueva York desde el aire nos permitirán conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad desde una perspectiva única. Seguramente hemos podido observar esta vista de pájaro alguna vez desde nuestras casas, pero la experiencia no se puede comparar con sobrevolar en helicóptero el Central Park, el Empire State, la Estatua de la Libertad, etc. Según la duración del vuelo, el helicóptero nos llevará más lejos, aunque con 15 minutos son suficientes para fotografiar lo imprescindible flotando en el aire neoyorkino.

El street food más auténtico

La cultura de los food trucks se ha extendido rápidamente por nuestro país, pero los reyes de esta modalidad gastronómica son los neoyorquinos. ¿Quién no ha visto una película donde los protagonistas compran un hot dog en un carrito ambulante y lo llenan de salsas segundos antes de devorarlo? En el imaginario colectivo, ésta es la verdadera tradición culinaria de Nueva York, por eso nadie quiere abandonar la ciudad sin vivir esta experiencia. La oferta gastronómica va mucho más allá de los perritos calientes, en las esquinas de numerosas manzanas diferentes el viajero podrá encontrar comida de todo tipo: pizzas, shawarmas y falafels, tacos, sándwiches, empanadillas, helados, café… ¡incluso platos combinados con carnes a la parrilla o bocadillos de carne de langosta! Si nuestro presupuesto es ajustado nos vendrá bien contar con estos puestos callejeros en algunas comidas, y, aunque no sea así, nadie debería pasar por alto esta costumbre americana que ya forma parte de la cultura del país.

Recorriendo el street art de Bushwick

Para apreciar las calles de Nueva York con otra mirada, el viajero deberá dirigirse al barrio de Bushwick, en el distrito de Brooklyn. Aquí se ha instaurado el famoso arte urbano. En muchas de las fachadas y puertas de los edificios podemos ver enormes grafitis de gran calidad decorando negocios y viviendas. Esta zona industrial fue ocupada por jóvenes modernos hacia el año 2005, tras una época dura para el barrio, que se sumió en la pobreza y se volvió un lugar conflictivo tras la marcha de los antiguos negocios que vieron posibilidades de establecerse en otras zonas de la ciudad. Los artistas se apoderaron de las amplias naves que quedaron vacías y la calidad de vida del lugar ha mejorado tanto que ya son muchos los pequeños comercios locales que han querido instalarse aquí. Ahora el street art forma parte del barrio, y al dar un paseo por la zona podemos apreciar la calidad de los dibujos que colman las paredes. Los artistas más codiciados son contratados por los negocios que quieren tener un grafiti identificativo que llame la atención de los posibles clientes. Hay varios colectivos que se dedican a pintar en las paredes del barrio, los artistas que lo deseen solamente tienen que contactar con ellos y mandar muestras de su trabajo para que se les asigne un lugar donde plasmar su obra y pasar a formar parte del centro de arte urbano más importante de todo el mundo.

Museo de la Ciudad de Nueva York

Para conocer a fondo la Gran Manzana puede ser una buena idea visitar el museo dedicado a New York City. El pasado y el presente se recogen en un conjunto de exposiciones que ayudan al viajero, y también a los locales, a comprender los cambios sucedidos en la gran ciudad e, incluso, hacia dónde se dirige en el futuro. Cada media hora se proyecta un documental reconocido como “una biografía de la ciudad” por el New Yorker. Se encuentra situado en la conocida Milla de los Museos, nombrada así por la cantidad de museos de la zona.

Museo de Guggenheim

La ciudad de Nueva York fue la primera en acoger un museo de la Fundación Salomon R. Guggenheim. El museo se abrió en 1937, aunque el actual complejo data de 1959 y fue diseñado por el prestigioso arquitecto Frank Lloyd Wright. Por las características del edificio en la época tuvo muchos detractores, que afirmaban que la construcción se encontraba fuera de lugar. Otros decían que la belleza del complejo eclipsaría el contenido artístico interior. Sea como fuere, el museo consiguió ser un lugar de referencia en temas de arte moderno y contemporáneo, y su colección permanente ostenta obras de reputados artistas tales como Joan Miró, Alexander Calder, Vasily Kandinsky, Piet Mondrian, Pablo Picasso, Eduard Manet y Vincent van Gogh.