Noruega son sus paisajes llenos de montañas, nieves, fiordos, bosques y glaciares. Pero entre tanta naturaleza salvaje, también hay un espacio para la vida urbanita. Desde la serena grandiosidad de Oslo hasta la belleza más delicada y pequeña de otras localidades como Trondheim o Stavanger. ¡A disfrutar!
Trondheim te asegura uno de los mejores paseos urbanos de toda Noruega. La que fue capital del país hace siglos, es ahora la tercera localidad más grande. Su centro peatonal es una delicia, porque además siempre está repleto de vida, en buena medida gracias al alto porcentaje de población estudiantil. Entra en alguno de sus museos y tómate algo en una cafetería o restaurante. Puede que un día sea suficiente, pero si tienes más tiempo, la ciudad da para más… Dicen que Stavanger es la ciudad de madera más grande del mundo. Sea como fuere, lo cierto es que tiene un encanto muy especial. Prueba a recorrer sus calles subiendo desde el puerto y regresa a la orilla del mar cuando caiga la noche y los bares y restaurantes empiecen a activarse. Sin duda, es uno de los mejores lugares de Noruega para dejarse llevar cuando la luz del sol se apaga. Molde completa una ruta de lo más variada por las ciudades noruegas. La llaman la Ciudad de las Rosas porque las tierras que la rodean son muy fértiles, hay mucha vegetación y jardines y el clima es más bien suave. Es una ciudad más bien moderna, con mucha actividad y unas vistas excelentes porque, en días despejados, puede llegar a verse una panorámica con casi 90 picos nevados.