Italia es un enorme conglomerado geográfico que mezcla altas montañas como los Alpes o los Apeninos, llanuras como la del Po o centenares de kilómetros de costa que se adentra hasta lo más profundo del Mediterráneo. Todo ello regala al visitante una enorme variedad de paisajes para fotografiar y disfrutar.
Quizá pueda resultar sorprendente pero Italia es, en general, un país más montañoso que llano. La orografía de la península ha complicado durante siglos la conexión entre las diversas regiones, aunque todo eso cambió con la construcción de vías ferroviarias y de autopistas. Hay que tener en cuenta que las zonas llanas apenas suponen una cuarta parte del país. Por eso los amantes de las montañas van a disfrutar de lo lindo en su recorrido, especialmente en la zona norte, donde los Alpes conectan la península con el continente. El gran arco de altas cumbres que se extiende desde Liguria hasta la región del Friul-Venecia Julia es una sucesión de panorámicas de alta montaña difíciles de olvidar.
Otro de los grandes atractivos de Italia son sus costas y, en concreto, sus playas. El país transalpino tiene unos 7.600 kilómetros de litoral y presume de contar con algunos de los lugares más espectaculares del mundo para darse un chapuzón y pasar una jornada tumbado al sol. Aguas transparentes y cálidas, calas recónditas, playas de arena dorada… ¡No te olvides de poner el bañador en tu maleta! Otra buena opción para relajarse al lado del agua es visitar alguno de los numerosos lagos que hay en Italia. En este caso, encontrarás un agua igualmente transparente pero más fría, ya que la mayoría de ellos está situada entre montañas. Los lagos italianos son uno de los mejores lugares para desconectar en un ambiente calmado y disfrutar de alguna actividad náutica o de senderismo.
Y es que los amantes de la naturaleza hallarán en Italia un país donde sumergirse en regiones de postal, muchos de ellos dentro de parques naturales. Se calcula que cerca de 15.000 kilómetros cuadrados, es decir, el 5% del territorio nacional está bajo protección especial del Estado para conservar la flora y la fauna. El parque nacional más antiguo de Italia es el de los Abruzos, Lacio y Molise, creado en 1922.