Desde la isla de Nueva Escocia en la costa Atlántica hasta el bellísimo pueblo de Banff en el oeste del país, Canadá ofrece opciones para todos los viajeros. Desde los que prefieren una visita cosmopolita a grandes ciudades a los que llegan al continente a relajarse y conectar con la naturaleza.
En el extremo este del país se sitúa la provincia de Nueva Escocia, formada por una península que ostenta el mismo nombre y la isla de Cabo Bretón situada al norte de ésta. Está rodeada por el océano Atlántico y es un punto turístico importante gracias a sus pueblos de pescadores y estampas pintorescas. Su capital es la ciudad de Halifax, siendo uno de los puertos más importantes de Norteamérica. Además del turismo, la pesca es uno de los motores importantes de la economía de Nueva Escocia principalmente la dedicada a la langosta y el bacalao, siendo un lugar ideal para degustar estas delicias del mar.
La manera más recomendable de visitar la provincia es improvisar rutas y dejarse llevar parando en los diferentes pueblos y rincones para admirar la gran belleza de este enclave del Atlántico. Sin embargo, uno de los puntos que no nos podemos perder es Peggy’s Cove, una pequeña comunidad rural en la costa este con un particular encanto como de una época pasada. Su popular faro, sobre un acantilado, es una de las postales más fotografiadas de la región, sobre todo, al atardecer. Los amantes del avistamiento de ballenas, encontrarán varios puntos desde los que observar estos majestuosos cetáceos. Uno de ellos es el pequeño pueblo de Lunenburg, a 90 kilómetros de la capital. Aquellos que busquen contacto con la naturaleza, encontrarán en Nueva Escocia varios parques, destacando el Parque Nacional Kejimkujik con un área de algo más de 400 kilómetros cuadrados. En él, el visitante podrá pasear entre lagos y espesos bosques de coníferas mientras observa la fauna salvaje de la región. No podemos abandonar Nueva Escocia sin dar un salto a la isla vecina, la del Cabo Bretón. Además de un impresionante Parque Nacional, en Cape Breton Highlands, se recomienda un viaje por la Cabot Trail, una carretera que recorre sus tierras altas y desde la cual, la vista al océano dejará con la boca abierta a los viajeros.