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El invierno más apasionante

Deja que la nieve te conquiste

Si eres amante del esquí y de los deportes vinculados a la nieve, coge un mapa de Noruega y busca Trysil. Allí encontrarás la mayor concentración de pistas de esquí alpino de todo el país, además de un precioso paisaje de espesos bosques -hace tiempo se llamaba de las Siete Millas, porque tardaba mucho en recorrerse, pero ahora las comunicaciones son excelentes-.

Esta pequeña población vive por y para el esquí, así que vas a encontrar todo lo que necesites para disfrutar de tu deporte favorito. Los que disfruten del senderismo y de pasear al aire libre deben tener en cuenta que, en Noruega, nieva y hiela durante buena parte del año, así que para adentrarse en los senderos y caminos hace falta tomar precauciones. Esto te permitirá, por ejemplo, vivir la experiencia de caminar con raquetas por la nieve. Este peculiar calzado es la mejor opción para moverte por el manto blanco que cubre la práctica totalidad de las zonas rurales de Noruega donde es difícil moverse en coche. Otra de las experiencias inolvidables que puedes vivir en el invierno noruego es subirte a un trineo tirado por renos. Esta forma tan especial -y ecológica- de moverte por la nieve llegó desde Groenlandia y Siberia hasta las zonas más inhóspitas de Noruega, donde habitan los lapones. Puedes hacer excursiones breves para probar qué se siente o salidas de varios días pasando una o más noches en cabañas dentro del bosque. Ahora bien, la experiencia más intensa y especial del invierno noruego es, casi con total seguridad, la posibilidad de contemplar en vivo y en directo la aurora boreal. La mejor época del año para verla en Noruega es entre octubre y marzo, aunque a veces también es posible en agosto. Déjate sorprender por las variadas formas -pilares, mechones, espirales, halos de luz- y colores -verde o rosa pálidos normalmente, y amarillo o carmesí en épocas de actividad extrema-.

No puedes perderte

Pedalea por un paisaje excepcional

La vida en Trysil gira en torno a la nieve pero cuando las laderas no están teñidas de blanco, también hay mucho que hacer. Una de las mejores opciones, sobre todo en verano, es coger una bicicleta y recorrer los deliciosos paisajes de la zona. Hay, al menos, seis rutas para practicar ciclismo de montaña, desde 6 kilómetros hasta 38. ¡Tú eliges!

Prueba a pescar en el hielo

Una de las experiencias más pintorescas que puedes vivir en Noruega durante el invierno es pescar en un lago helado. Para ello, puedes aventurarte por tu cuenta y diseñar tu propia ruta o contratar un recorrido guiado. Cuando llegues al agua, basta con hacer un agujero y lanzar una caña con algún señuelo. Se supone que los peces están tan hambrientos en esta época que picarán con facilidad… si es que están en esa zona del lago.

Mejor en el norte, pero no sólo

Si quieres saber qué se siente montado en un trineo de perros, viajar hasta el norte de Noruega es tiro fijo. En la parte alta del Ártico encontrarás lugares como Karasjok, Alta o Tromso. Ahora bien, no olvides que también hay opciones en el centro del país, como Roros, uno de los rincones más fríos de Noruega.

Al son de la música

Para completar la experiencia en torno a la aurora boreal nada mejor que viajar a Tromso a finales del mes de enero. Esta animada ciudad, con un clima sorprendentemente benigno para su situación, acoge desde 1988 el Festival de la Aurora Boreal, diez días de música de todo tipo de géneros.