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La perla del Adriático

Una ciudad imperial

Dubrovnik presume de haber sido el principal núcleo de las artes y las ciencias, un legado que todavía puede apreciarse paseando por sus calles de la Ciudad Vieja declarada Patrimonio de la Humanidad. La metrópoli ha sido, desde hace años, principal destino turístico. Sin embargo la serie de Juego de Tronos ha vuelto a situar a la urbe como uno de los lugares más codiciados a la hora de elegir un destino vacacional.

La primera sensación al observar las murallas y la fortaleza que la rodean es la de estar ante una ciudad imperial que parece haberse detenido en el tiempo. Un buen comienzo es recorrer los casi dos kilómetros de murallas que acordonan la ciudad. Con 25 metros de alto y 16 torreones existe la posibilidad de reservar una excursión de hora y media donde podrás disfrutar de unas maravillosas vistas y sumergirte en la historia. La Ciudad Antigua es uno de los barrios medievales mejor conservadas del mundo. Sus estrechas calles empedradas son un tesoro de hermosos edificios, iglesias barrocas, plazas animadas y relucientes mármoles rematados con tejados de terracota. Explora sus callejones sin rumbo fijo porque la belleza está en cada uno de sus rincones. Una recomendación para llegar a la Ciudad antigua es acceder a través de la Pile Gate. Se trata de una puerta que une el puente levadizo custodiado por la estatua de St. Blaise -protector de la ciudad y guardián de la puerta- con el centro de la ciudad.

Otra apuesta segura es la calle de Stradun, principal arteria del casco antiguo. Su pavimento de piedra caliza y su ubicación, flanqueada por edificios que todavía mantienen el aspecto del siglo XVII, hacen de esta calle un paseo inmejorable donde además puedes encontrar galerías de arte y cafeterías. En cuanto a los principales edificios destacan: el Palacio del Rector; el Fuerte Lovrijenac, que protegía el acceso por tierra y mar a Dubrovnik; la Catedral de Dubrovnik; el Monasterio Franciscano; la Torre del Reloj o la Iglesia de San Blas. Dubrovnik tiene mucho más que ofrecer fuera de sus murallas. Una buena opción es subir al funicular y llegar hasta la cima de la montaña Sdr a 400 metros por encima del nivel del mar. Es uno de los mejores miradores para contemplar el atardecer y las islas dálmatas. Además hay una pequeña cafetería para disfrutar de las vistas y tomar algo fresco para seguir la ruta. La perla del Adriático es también conocida por sus bellas playas: Banje, Sveti Jakov, Buza, Veliki Zal, Danče, Lapad o Babin Kuk. Pero sin duda Sveti Jakov Beach es la favorita de los locales. A tan solo 30 minutos de la ciudad, la playa ofrece increíbles vistas de la urbe, aguas transparentes y un pequeño chiringuito asequible a todos los bolsillos. Un aviso: la playa es de rocas y guijarros por lo que es recomendable llevar un calzado adecuado. En la playa de Buza también podrás encontrar dos bares con vistas panorámicas sobre un acantilado donde desearás que el tiempo se pare. Otra apuesta segura es la calle de Stradun, principal arteria del casco antiguo. Su pavimento de piedra caliza y su ubicación, flanqueada por edificios que todavía mantienen el aspecto del siglo XVII, hacen de esta calle un paseo inmejorable donde además puedes encontrar galerías de arte y cafeterías. En cuanto a los principales edificios destacan: el Palacio del Rector; el Fuerte Lovrijenac, que protegía el acceso por tierra y mar a Dubrovnik; la Catedral de Dubrovnik; el Monasterio Franciscano; la Torre del Reloj o la Iglesia de San Blas. Dubrovnik tiene mucho más que ofrecer fuera de sus murallas. Una buena opción es subir al funicular y llegar hasta la cima de la montaña Sdr a 400 metros por encima del nivel del mar. Es uno de los mejores miradores para contemplar el atardecer y las islas dálmatas. Además hay una pequeña cafetería para tomarse un descanso y proseguir con la ruta. La perla del Adriático es también conocida por sus bellas playas: Banje, Sveti Jakov, Buza, Veliki Zal, Danče, Lapad o Babin Kuk. Pero sin duda Sveti Jakov Beach es la favorita de los locales. A tan solo 30 minutos de la ciudad, la playa ofrece increíbles vistas de la urbe, aguas transparentes y un pequeño chiringuito asequible a todos los bolsillos. Un aviso: la playa es de rocas y guijarros por lo que es recomendable llevar un calzado adecuado. En la playa de Buza podrás encontrar dos bares con vistas panorámicas sobre un acantilado donde desearás que el tiempo se pare. Otro indispensable si viajas a Dubrovnik es acercarte a sus islas. Entre nuestras recomendaciones destacamos la isla de Lokrum. Aquí podrás disfrutar del contraste de la gran actividad de sus calles y de sus apacibles jardines botánicos. El archipiélago de Elafiti es otro lugar de parada obligatoria. Está formado por varias islas, pero sólo tres de ellas están habitadas: Kolocep, Lopud y Sipan. Si buscas disfrutar del mar y alejarte del bullicio vale la pena visitarlas. En Kolocep y Lopud está prohibido el acceso de coches así que podrás caminar horas y horas hasta caer rendido a sus atardeceres. No puedes irte de Dubrovnik sin probar sus vinos y gastronomía. Entre su amplia variedad destacamos algunos de los platos típicos. El Zelena Maneštra, un cocido de col, patatas y carne de cerdo ahumada. El Brodetto que es una cazuela de pescado o marisco y el Brodetto Neretva a base de anguilas y ancas de rana. Tampoco dejes de probar las ostras, el pulpo o el Crni rižot que significa literalmente arroz negro y es un fabuloso risotto con tinta de calamar.