El gran número de playas de Costa Rica sorprenden tanto como su excepcional belleza, muchas de ellas junto a parques nacionales y pequeños pueblos pesqueros que invitan a disfrutar la estancia en un entorno idóneo para el relax y el descanso. Una de las numerosas razones para enamorarse de Costa Rica.
Las playas de Puntarenas, las de Guanacaste y las de la costa caribeña hacen que Costa Rica sea uno de los países del mundo con mayor belleza en su litoral, gracias a un extraordinario ecosistema que se cuida con tanto esmero como sucede con la atención a los visitantes que llegan, día a día, a este paraíso natural. Oportunidades para descansar, para practicar deportes acuáticos, para pasear por la arena, para tomar algún refresco o algún sabroso bocado al aire libre. Hay muchas posibilidades para que, en todos los casos, estos recuerdos viajan con nosotros de vuelta a casa y nos acompañen para siempre. Toda esta variedad permite escoger entre las opciones más turísticas y las de acceso más complicado, fundidas con un prodigioso entorno natural. Un magnífico surtido que es una extensión del inmenso patrimonio natural costarricense, una forma de disfrutar al aire libre de la ‘pura vida’ propia de este lugar en el mundo.