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Las mejores vistas

El país de las mil postales

Prepara tu cámara de fotos y disponte a llenar la tarjeta de memoria. ¡Hay tanto donde elegir! Seguro que antes de viajar a Noruega ya has visto este lugar en fotos. Esos viajeros suspendidos en el aire sobre una mole de granito, se llama Preikestolen pero popularmente se ha hecho famoso como el Púlpito. Sólo puedes acceder por un lado porque los otros tres caen hacia el vacío durante más de 600 metros hasta topar con el fiordo que espera en el fondo. No puedes dejar Noruega si asomarte desde allí. ¡No hay otro mirador igual!

Otro de los mejores miradores de Noruega está en Alesund. Para llegar hasta él, deberás escalar el monte Aksla subiendo los 418 escalones que concluyen en el mirador de Kniven, con espléndidas vistas de la ciudad y las montañas e islas de los alrededores. En unos 15 minutos habrás completado la caminata y ten por seguro que la recompensa hará que el esfuerzo haya merecido la pena. Bueno, también es verdad que puedes ir en coche o en tren, pero tiene menos gracia… Cuando estés en Bergen, no te olvides de coger el teleférico y ascender los 320 metros que separan el centro de la ciudad de la cima del Monte Floyen. Desde lo alto podrás divisar en todo su esplendor la que (dicen) es la localidad más bella de todo Noruega. Date un paseo por alguno de los senderos que serpentean por la montaña y disfruta de las excepcionales vistas desde una cumbre que, sin embargo, no es la más alta de las siete que rodean la ciudad. Y para rematar tu recorrido por las mejores panorámicas de Noruega, no te pierdas la localidad de Geiranger. A unos cinco kilómetros del centro, la roca colgante de Flydalsjuvet te aguarda con unas sensacionales vistas del fiordo y del valle. Si quieres conseguir imágenes aún más espectaculares puedes descender por la colina hasta el borde, pero esta opción está reservada para viajeros intrépidos.

No puedes perderte

Con cuidado, tengas o no tengas vértigo

Quienes sufran de vértigo, seguro que se andarán con mucho cuidado cuando visiten el Púlpito. Es fácil que encuentres a otros viajeros arriesgando más de lo que tú lo harías. Pero en todo caso, hay que cuidar las precauciones porque no hay vallas de protección, pese a que en 2013 se registró la primera víctima mortal, curiosamente un estudiante español.

Reponer fuerzas en lo más alto

Además de disfrutar de un excelente paisaje, en el mirador de Kniven podrás recuperar fuerzas después de haber subido los más de 400 escalones hasta la cima. Si has subido en coche o en tren, también te puedes permitir tomar una bebida y algo de picar en el Fjellstua Kafé, que tiene una terraza con vistas deliciosas.

Una foto con la veleta

Además de tomar mil fotografías de las vistas de la ciudad, no dejes de posar junto a la veleta que encontrarás en la cima. De hecho, es ella quien da nombre al monte. Lleva siglos situada ahí para informar de la dirección del viento a los marineros que entraban y salían del puerto. Y por más percances que ha sufrido, siempre ha sido reparada de inmediato.

Siguiendo la carretera del Águila

El tramo más vertiginoso de la RV63 es conocido en Noruega como la carretera del Águila porque asegurada unas panorámicas excepcionales durante prácticamente todo el camino. Si quieres conseguir las vistas más altas –y dicen que la más hermosas- conduce hasta el mirador de Dalsnibba. ¡Vas a quedarte con la boca abierta!