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Mendoza

Bienvenido al oasis hecho ciudad

Miles de árboles y acequias convierten a Mendoza en una de las localidades más hermosas de Argentina

En cuanto llegues a Mendoza, te darás cuenta de la enorme importancia que tienen los árboles en la ciudad. En realidad, toda la localidad es una especie de bosque milimetrado con, dicen, una proporción de un árbol por cada diez habitantes. Sólo así Mendoza se convierte en un oasis verde en pleno desierto andino. Para ello, se ha desarrollado una red de riego formada por centenares de kilómetros de acequias que permiten brotar más de 75.000 especies de árboles distintos. Por eso es una auténtica gozada darse un paseo por Mendoza y sentarse en una de sus terrazas a saborear uno de sus excelentes vinos. Por si fuera poco, los mendocinos se vanaglorian de tener la ciudad más limpia de Argentina, así que sobran los motivos para acercarse a la localidad y empezar a disfrutar. Todo gira, como es habitual en Argentina, en torno a la plaza de la Independencia. Arranca allí tu paseo, que debe continuar por la avenida Sarmiento y la elegante Emilio Civit hasta el parque General San Martín. Llegarás entonces al pulmón verde de una ciudad ya de por sí muy verde. Es un auténtico placer dar una vuelta por más de 400 hectáreas de árboles hasta llegar al cerro de la Gloria, con buenas vistas desde el monumento al Ejército Libertador y un enorme zoológico ideal para los que viajen con niños. De vuelta al centro, date una vuelta por las calles más turísticas: avenida San Martín, la avenida Las Heras y de nuevo la peatonal Sarmiento. Además de tiendas, encontrarás numerosos cafés con espléndidas terrazas bajo los árboles situadas en las amplias aceras de la zona. ¿Qué mejor lugar para disfrutar de los excelentes vinos de la región? Entre copa y copa, no te pierdas la plaza San Martín, la basílica de San Francisco o el Centro Cívico. Y reserva algo de tiempo para los museos de la ciudad antes de visitar alguna de las bodegas que dan renombre a los caldos mendocinos.