Ríos y arroyos que llegan hasta un mar de aguas cristalinas, montañas y volcanes que surgen entre una masa verde formada por todo tipo de árboles… los caminos que surcan los parques nacionales costarricenses suponen un fascinante recorrido por varios de los hábitats naturales más bellos y sorprendentes del planeta. Un gratificante homenaje a los sentidos.
Costa Rica institucionalizó en 1970 su red de parques nacionales a través del SINAC (Sistema Nacional de Áreas de Conservación) en un razonable asunto de Estado para cuidar al máximo un patrimonio natural único en todo el mundo por su belleza y su importancia desde el punto de vista biológico y ecológico. Hasta 28 parques nacionales, cada uno de ellos excepcional, en los que se protegen especies animales y vegetales, lo que no impide la posibilidad de visitar una buena parte de estas magníficas extensiones. Espectáculos naturales que merecen, mucho, la pena. Visitas que no olvidarás. Hay parques nacionales en los que conviven dos volcanes, o en los que aparecen cataratas que desaguan al mar, en un escenario de película (tanto, que allí se rodó ‘Parque Jurásico’), o en el hábitat pegado al mar por el que migran las ballenas jorobadas, o acoge cientos de especies… multitud de experiencias al alcance de la mano del visitante de cualquiera de estos hitos de la naturaleza mundial.