El desierto cubre la zona del Norte Grande de Chile, y queda delimitado por el océano Pacífico al oeste y la cordillera de los Andes al este. Las posibles excursiones por la zona parecen no tener fin, y ciudades como Iquique o Arica son puntos de partida ideales para conocer el desierto.
Adentrarnos en las oficinas de salitre fantasmas, observar el peculiar tono argiloso de la Laguna Roja, ver los geoglifos gigantes grabados en el terreno o pasear por el Valle de la Luna son las particulares opciones que este territorio ofrece. Aunque para dejarnos seducir por esta aridez no tenemos más que apuntarnos a alguna excursión de la mano de los expertos locales. Mucho cuidado si vamos por nuestra cuenta y no conocemos el lugar, es fácil desorientarse y perderse en medio de la nada desértica.