Ayuda Ayuda
Menú Menú

Cardiff

La ciudad de los dragones y las leyendas

Lo cierto es que precisamente en el puerto, que es la puerta de entrada de la ciudad, es donde se agolpa la más frenética actividad. La bahía de Cardiff rebosa ambiente con una multitud de bares y restaurantes entre muchos de sus edificios que aún se conservan de la época medieval como la iglesia de ladrillo rojo que es común ver en muchas postales. Pero si hay uno que destaca es el Castillo la joya de la corona.

Es tan grande que solo verlo ya impresiona. El castillo de Cardiff tiene dos mil años de antigüedad y en él puede verse una mezcla de los estilos de vida que se han llevado en la ciudad con el paso del tiempo. Desde el medievo al gótico victoriano o a su aspecto actual, tal como lo dejó el Marqués de Bute. Su interior es sencillamente hermoso. En Cardiff es también relevante el papel de su Ópera, también conocida como Wales Millennium Center. Lo primero que llama la atención es que no parece un edificio lírico, al menos por fuera. Está situado a orillas del río Taff y lo inauguró la misma reina Isabel II hace pocos años, en el 2004. Llamará la atención el juego de letras de su fachada. Una vez en Cardiff vale la pena, sobre todo si vamos con niños pequeños, visitar Techniquest y su museo de la ciencia, su planetario y el teatro de la ciencia. Varios espacios pensados para aprender de forma sorprendente. También en la ciudad hay un Museo Nacional, posiblemente con la mejor colección de arte, donde encontrar pinturas de Monet y Cézanne o algunos lienzos de Van Gogh, entre otros. Fuera de su núcleo urbano, hay muchas excursiones que pueden hacerse desde aquí ya sea al Parque Nacional de Brecon Beacons, al Parque Nacional de Snowdonia o en dirección a su costa donde se unen playas con acantilados en la zona de Pembrokeshire. Y finalmente, por poco que nos guste el deporte, hay que visitar el templo del rugby. El estadio de Gales tiene capacidad para 72 mil espectadores. Cuando se construyó, por el 1999, fue el segundo de Europa que estrenaba un techo retráctil.