Uno de los grandes atractivos de Noruega es el paisaje creado por los glaciares. La mejor manera de verlo es que te acerques hasta la localidad de Sunndal y camines por un buen sendero hasta llegar al lago Bondhusvatnet, desde donde puedes captar preciosas imágenes del glaciar Bondhusbreen y, si eres de los aficionados al senderismo, tomar alguno de los caminos que de ahí brotan para recorrer el bonito valle.
El agua es el gran protagonista del paisaje en las Islas Lofoten, sin duda uno de los lugares más intensos y llamativos de Noruega. Es un lugar tan inhóspito como bello, que con toda seguridad que no te dejará indiferente. Seguro que no olvidas el perfil de estas islas rascando la bruma, la dura belleza de sus puertos, la salvaje extensión de sus pastos, el sabor de su pescado fresco o el intenso carácter de sus habitantes. Si tienes tiempo de sobra durante tu recorrido por las Islas Lofoten, busca la isla de Moskenesoy, donde hay un lugar junto a una laguna y a la escarpada ladera rocosa del Reinebringen. Quizá te pueda parecer un paisaje más de las Lofoten, pero desde las alturas te reserva una panorámica auténticamente sublime. Sube a lo más alto de la carretera desde la E10 y disfruta. Si te llaman la atención los paisajes árticos, incluye en tu recorrido una ruta por las islas Svalbard, un precioso archipiélago repleto de picos cubiertos de nieve y glaciares, campos de hielo infinitos y soberbios icebergs. La luz allí tiene algo mágico, tanto por su ausencia en invierno como por su constante presencia en verano. Si tienes tiempo de sobra, dedica tiempo a explorarlas porque es la manera más fabulosa de captar la magia del Polo Norte.