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Pueblos con encanto

Mil lugares donde inspirarte

Veliko Tarnovo lo tiene todo. Un emplazamiento perfecto junto a una ladera de una montaña, numerosos monumentos históricos y una elegancia arquitectónica sublime. Es, sin duda, una de las localidades más bellas de Bulgaria. Además, cuenta con una larga historia a sus espaldas, ya que es una de las ciudades más antiguas del país. Veliko Tarnovo es famosa por sus espléndidas iglesias ortodoxas y por sus curiosas casas que se levantan junto al río Yantra.

Muy cerca de allí, a apenas cuatro kilómetros, puedes encontrar otro de los pueblos con más encanto de Bulgaria: Arbanasi. De hecho, desde el altiplano donde está situado, podrás ver perfectamente Veliko Tarnovo. Piérdete por sus laberínticas calles y disfruta de sus enormes casas tipo fortaleza –adustas por fuera y lujosas por dentro-, levantadas por los comerciantes que amasaron una gran riqueza durante el siglo XVII. Bansko es un pueblo para visitar en invierno, en verano y durante cualquier época del año. Es famoso en Bulgaria por contar con una de las mayores estaciones de esquí del país, pero su historia le permite contar con muchos otros atractivos. Aunque se fundó en el siglo IX, buena parte de su delicioso casco histórico data del siglo XIX, cuando mercaderes triunfantes impulsaron la construcción de iglesias. La nómina de pueblos con encanto en Bulgaria no tiene fin. Si cuentas con tiempo, no te pierdas los tejados rojos de Cherven que se extienden junto al río Rusenski Lom, el bello entorno que rodea a Smoljan, los manantiales de aguas termales de Sandanski y las casas y talleres tradicionales que pueblan el precioso casco histórico de Tryavna.

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La fortaleza que todo lo domina

El monumento más conocido de Veliko Tarnovo es la fortaleza medieval de Tsarevets, que domina desde lo alto del pico del mismo nombre todo el valle del río Yantra. El emplazamiento es tan especial que lleva habitado casi continuamente desde el siglo IV a.C. Tras ser convertida en residencia real, creció hasta contar con 400 edificios y 22 iglesias, de las que se ha restaurado una parte tras la destrucción sufrida a manos de los otomanos.

Adéntrate en una de las fortalezas de Arbanasi

La mejor manera de entender la curiosa arquitectura de las casas de Arbanasi es contemplar su sobrio aspecto exterior –sin balcones ni terrazas y con rejas en todas las posibles entradas- y adentrarte después en su hermoso interior. Para ello, visita la Casa Konstantsliev, con robustos cimientos de piedra que sostienen un piso superior de madera donde se extienden habitaciones decoradas con muebles del siglo XVII.

Un paraíso para los amantes del esquí

La estación de esquí de Bansko está situada en la montaña de Pirin. Los apasionados del esquí y el snowboard tienen a su disposición 75 kilómetros de pistas, entre las que destaca una de 16. Las instalaciones son tan espectaculares que la nieve está asegurada durante toda la temporada e incluso podrás esquiar de noche. Un último apunte: si te gustan los retos, prueba con la pista Tomba, denominada así en homenaje al mítico esquiador italiano Alberto Tomba.

Si buscas un recuerdo artesano, pasa por Tryavna

Seguro que cuando regreses a casa te llevarás en la maleta más de un recuerdo de Bulgaria, pero si quieres escoger alguno artesano, prueba a visitar los talleres tradicionales de la bella Tryavna. La escasez de terreno cultivable en la zona impulsó desde el principio a sus habitantes a dedicarse a la artesanía, como demuestran las obras del Museo de Pintura de Iconos, la Casa Daskalov o el edificio llamado Shkoloto.