El lago Constanza es, posiblemente, el más famoso de toda Austria. No en vano, es uno de los más grandes de Europa, gracias en buena medida a las aguas que desembocan desde el caudaloso Rin. Los austriacos lo sienten como propio aunque sólo 38 kilómetros cuadrados caen en su territorio –los otros 500 están en Alemania o Suiza-. El paisaje que tiene alrededor está beneficiado por un clima moderado y agradable, aunque las montañas que siempre tiene de fondo crean un entorno único. ¡No te pierdas las puestas de sol!
Eso sí, si buscas paisajes donde los lagos sean protagonistas, no puedes perderte los de Salzkammergut. Allí vas a encontrar un paisaje imponente, con más de 70 lagos rodeados de montañas en un entorno que, además, goza de un clima único. Da igual cuándo planees tu visita: las vistas siempre son fabulosas y siempre hay cosas que hacer, porque las instalaciones están preparadas tanto para el verano como para el invierno. Uno de los grandes atractivos de Austria son sus excelentes instalaciones para la práctica de los deportes de nieve. El mejor exponente de ello es St. Anton am Arlberg, el mayor centro turístico de la impresionante región de los Alpes orientales. Todo lo que necesites lo tendrás: instalaciones de primer nivel, nieve de calidad asegurada durante la temporada, equipamientos para alquilar o comprar… Y es que vayas donde vayas, en Austria vas a encontrar un paraje de ensueño. Los amantes de la naturaleza no pueden perderse las rutas de senderismo de Bregenzer Wald, donde alucinarás con la preciosa arquitectura de madera. Observa aves en el Parque Nacional Seewinkel o el de Hohe Tauern, practica deportes de agua en el lago Wörther o simplemente adéntrate en cualquiera de las praderas alpinas rodeadas de montaña.